La prisión de Cáceres tiene en estos momentos 560 internos, con un número de celdas de 350, según los datos aportados ayer por el director de este centro, Juan Carlos Carrillo, que reconoce que "hay cierta sobreocupación", aunque reitera que "la cárcel funciona perfectamente y ese mayor número de reclusos no nos causa mayores problemas".

Como en el resto de prisiones españolas, en la de Cáceres la mayor parte de las celdas son compartidas por dos presos, pese a que la ley estipula uno por cada habitáculo. Sin embargo, insiste en que la situación no es nueva. Carrillo lleva 15 años trabajando en el centro cacereño y asegura "nunca ha habido 350 presos, siempre ha habido más que las celdas disponibles", pero reitera que eso no es óbice para el buen funcionamiento del centro. "Si tuviera más celdas o más espacios, pués mejor", pero con lo que hay se gestiona bien, comenta.

No hay que olvidar, recuerda el director de la cárcel cacereña, que este año está previsto en Cáceres la apertura de un centro de inserción social para reclusos que gocen del tercer grado, lo que ayudará a aliviar la situación en la prisión. A este respecto, Carrillo afirma además que el Gobierno central tiene elaborado un plan de creación de centros penitenciarios que también servirá para mejorar la situación general de las cárceles en España, puesto que los reclusos se podrán distribuir mejor. En este sentido, añade que la apertura reciente de un nuevo centro en Madrid "en cierta manera nos ha aliviado un poco", al derivarse allí reclusos.

En cualquier caso, destaca que "la vida en la cárcel no es solo en la celda", sino que hay espacios comunes en el que se hacen múltiples actividades, como cada año sucede en el penal que dirige.

Carrillo asegura que no hay ninguna cárcel en España que no esté con problemas de sobreocupación, aunque entiende las demandas que se producen para mejorar la situación. Pero a la vez, apela a los planes del Ministerio del Interior con la creación de nuevos centros para una mejor distribución de los reclusos en las cárceles.