María Mercedes Lucas es propietaria del bar Los Faroles de Tornavacas. Ayer vendió más de un centenar de décimos del 52215, uno de los números agraciados con un cuarto premio del sorteo del Gordo.

Por suerte, aparte de regalar fortuna, ella también llevaba uno. Una corazonada que se ha prolongado durante más de dos décadas ha hecho que la empresaria compre año tras años la misma terminación, en esta ocasión en la administración número 1 de Navaconcejo. "Siempre compro el mismo" y vendió hasta el último décimo a clientes que visitan su bar de Tornavacas. Ayer, el júbilo ya se hacía notar desde primera hora. Nada más saber que habían sido agraciados, clientes y responsables de los Faroles se echaron a la calle para celebrar su suerte.

La empresaria estaba emocionada. Sin saberlo, había repartido más de dos millones entre sus vecinos del municipio del Valle del Jerte que ayer se acercaron al local para festejar el décimo premiado en el Gordo. Reconoce a este diario que a pesar de la fidelidad que ha guardado al número durante décadas, es la primera vez que le cae un pellizco y aún, nerviosa, no ha planteado en qué empleará el dinero que recibirá del premio, aproximadamente unos 20.000 euros. Y es que para ella ayer la emoción era doble, ha ganado y ha hecho ganar.