Las deficiencias en el sistema de juicios rápidos han generado un enorme malestar entre la abogacía extremeña. Los letrados adscritos al turno de oficio exigen mayores retribuciones que permitan paliar el incremento de trabajo al que se enfrentan ahora, lo que ha provocado que once abogados moralos se den de baja hasta que no se mejoren sus condiciones laborales. Por su parte, el Colegio de Abogados de Cáceres anunció ayer que todos los letrados que se nieguen a prestar asistencia de oficio podrían ser sancionados incluso con inhabilitaciones temporales.

Pero el problema no es sólo de unos pocos. El decano del colegio cacereño, Joaquín Hergueta, denunció ayer en una comparecencia pública que la dotación presupuestaria prevista por la Administración central para el correcto desarrollo de los juicios rápidos en la región es insuficiente. Esta situación ha motivado que los profesionales inscritos en el turno de oficio y asistencia letrada al detenido --en la región son 627-- hayan visto incrementado de forma importante su dedicación "sin percibir una retribución adecuada y digna".

60 EUROS POR ASISTENCIA

En la actualidad, por cada asistencia que hace un abogado de oficio cobra 60 euros, una cantidad que, según el decano cacereño, debería incrementarse un 100% a fin de responder a las largas jornadas laborales que pude llegar a suponer una asistencia sujeta al sistema de juicios rápidos --desde el Colegio de Abogados de Badajoz aseguran que la asistencia a veces se prolonga por tres días--.

Aunque Hergueta incidió en la importancia del problema, se mostró partidario de esperar a que el Consejo General del Poder Judicial y el Consejo General de la Abogacía lleguen a un acuerdo para elaborar un reglamento en el que se recoja un incremento de las retribuciones. Además, manifestó que el Colegio de Abogados de Cáceres está trabajando desde hace meses para solucionar el problema en contacto con el Ministerio de Justicia y el propio Consejo General de la Abogacía, ya que, aseguró el decano, son los únicos organismos con la capacidad y los medios necesarios para solventar la situación.

No obstante, el descontento entre los abogados no se ha manifestado igual en todos los sitios. En Navalmoral de la Mata, los once abogados que integran el turno de oficio han reiterado que mañana se darán de baja en bloque, una solución que Hergueta consideró que no contribuirá a la solución de unos problemas que se están tratando de resolver por los "cauces adecuados".

LAS SANCIONES

Dejar de prestar la atención jurídica necesaria, manifestó el decano cacereño, constituiría un ejercicio antisocial de la abogacía, ya que se dejaría sin cobertura jurídica a los ciudadanos a los que va dirigido el servicio. La decisión de entrar en el turno de oficio es voluntaria, pero los letrados que se den de alta están obligados, a no ser por una razón justificada, a prestar asistencia durante un año.

Por ello, desde el Colegio de Cáceres anunciaron que no se consentirá "ninguna acción que suponga la dejación de la responsabilidad de amparar el derecho constitucional de los ciudadanos a la asistencia letrada", por lo que se contempla aplicar sanciones que podrían suponer incluso la inhabilitación temporal, "aunque eso deberíamos estudiarlo en el caso en que se diera esta situación", indicó el decano.

Además, Hergueta garantizó que la asistencia jurídica se seguirá prestando, por lo que en el caso de Navalmoral ya se han designado los abogados que cubrirán el turno de oficio durante el mes de julio. "Cualquier persona que necesite un abogado lo tendrá porque desde el colegio tomaremos las medidas oportunas para que no se deje a los ciudadanos en desamparo", advirtió el decano.De otro lado, Hergueta rechazó cualquier tipo de acusación en cuanto a diferencias en las retribuciones del turno de oficio y en el reparto de los fondos provenientes del Ministerio de Justicia para sufragar el citado servicio, una situación que fue denunciada por los letrados de Navalmoral de la Mata.En este sentido, aseguró que las retribuciones son las mismas en todas partes y únicamente lo que varía es la distribución de éstas, cosa que se hace, según dijo del decano cacereño, de acuerdo a la voluntad de los abogados del turno de oficio de cada partido judicial, algo en lo que también participaron los propios abogados moralos.