Julián Ramajo es uno de los tres autores de la parte del estudio de Funcas que está referida a Extremadura. Este experto destaca el cambio que va a producirse "tanto en calidad como en cantidad" en la asignación de fondos estructurales a partir del 2014.

--Los fondos europeos han propiciado en ocho años un acercamiento de dos puntos de la economía extremeña con respecto al resto de España, ¿es poco o mucho?

--No son ni poco ni mucho, no se puede hacer una valoración. Lo que hay que mirar es la diferencia que queda todavía con respecto al resto de la Unión Europea y saber qué vamos a hacer para continuar creciendo cuando disminuyan los fondos. Las inversiones ya han ayudado, el estoc de capital público ha aumentado muchísimo, pero hay que seguir haciendo más cosas o, de lo contrario, no se van a alcanzar nunca las medias europea y española.

--En este sentido, el informe de Funcas hace hincapié en que no se ha invertido lo suficiente en I+D, y que las regiones objetivo 1 siguen muy vinculadas a actividades con escaso valor añadido.

--Es cierto. En este sentido, la gran crítica que se hace a los fondos es que no han complementado a la inversión privada, sino que en muchos casos la han sustituido. Eso ha hecho que, en general, la economía española esté todavía muy por debajo de la media en términos de competitividad.

--La ratio entre inversiones y repercusión económica es del 2,2. ¿Supone esto que, en general, los fondos han estado bien gestionados?

--Aunque el estudio ha hecho un análisis muy detallado de todo lo que son los fondos, no tenemos constancia de cuál ha sido su eficacia. Es quizás el punto más delicado de este tema. Hay partidas que en los documentos internos de la UE se critican porque se sabe que no se han gastado bien, pero esto es a nivel informal. A nivel formal, las partidas que tenemos son agregadas y no es posible ver si se ha gastado mejor o peor en función de los criterios iniciales. Para saberlo habría que comparar con lo que la UE esperaba obtener y eso es algo que desconocemos.

--Lo que sí parece muy reducido es el impacto sobre el empleo (1,3%).

--Lo es, pero eso es algo que siempre ocurre y que depende de la elasticidad del empleo respecto a la producción que, en general, es baja en la economía española. Por cada punto que crece la producción no crece un punto el empleo.

--Los sectores más beneficiados han sido la construcción y los servicios, ¿no condiciona esto los efectos a largo plazo de las ayudas?.

--En cuanto a la construcción, digamos que aunque le haya llegado mucho dinero, buena parte de él se ha repartido luego en la industria o en servicios que, a menudo, son de un un alto valor añadido, caso de las consultorías. Además, el sector servicios se ha beneficiado mucho del Fondo Social Europeo (FSE) en temas como los cursos de formación, por lo que su efecto se percibirá a largo plazo.

--¿Cómo debe afrontar Extremadura el previsible recorte de fondos europeos que se producirá a partir del 2014?

--Más que un recorte, que también va a serlo, se va a producir una reubicación de fondos y quizás sea en la vía de lo que hemos hablado antes: centrarlos en proyectos específicos de alto valor añadido. Se supone que el nivel de saturación que se ha conseguido con las inversiones anteriores ya es alto y los efectos que se van a conseguir son ya pequeños. Construir ahora una autovía en Extremadura no va a producir los mismos efectos que la primera que se construyó. Parece ser que quieren hacer un cambio drástico, de calidad y cantidad. Son conscientes de que la cantidad invertida en los últimos años ha sido muy elevada y ahora se quiere ir a la especificidad. Los objetivos claves serían innovación y competitividad: mejorar los procesos productivos, disminución de costes o impulsar la I+D, que es el gran pilar que falta en la UE.