EL director general de Desarrollo e Infraestructuras Rurales de la Junta de Extremadura, Joaquín Jiménez Mozo, admitió ayer que el incendio registrado en la localidad cacereña de Gata el pasado 4 de julio arrasó unas 700 hectáreas, como aseguraban los alcaldes de la zona, y no "más de 200" como había sostenido el Ejecutivo regional en un primer momento.

De hecho, Jiménez Mozo indicó en rueda de prensa que el de Gata ha sido hasta la fecha uno de los 3 grandes incendios forestales ocurridos en Extremadura desde el pasado 1 de junio --cuando arranca la temporada de alto riesgo prevista en el Plan Infoex--, con lo que se suma a los dos fuegos de la zona de Villuercas-Ibores que asolaron unas 12.000 hectáreas, según los datos ofrecidos por la Junta.

Jiménez Mozo destacó que de los 475 incendios que se han producido desde el 1 de junio en la comunidad autónoma, 349 han sido conatos de menos de una hectárea y otros 82 no han alcanzado las cinco hectáreas. Es decir, añadió, que casi el 91% de los focos tuvieron menos de cinco hectáreas antes de ser sofocados. Otros cuarenta fuegos arrasaron entre 6 y cien hectáreas, uno hizo lo mismo con entre 100 y 500 y los tres ya mencionados alcanzaron la catalogación de "gran incendio" al superar las 500 hectáreas calcinadas.