Durante el 2016 las apuestas deportivas estuvieron autorizadas en todas las comunidades autónomas excepto en Andalucía y Baleares (en ambas es posible hacerlas ya). Las regulaciones autonómicas permiten diferentes canales de comercialización. Así, según se recoge en el ‘Anuario del Juego en España’, País Vasco, Navarra y La Rioja las admiten en salones de juego, tiendas de apuestas, bares e internet, mientras que Cataluña y Castilla y León tienen las normativas más restrictivas en este ámbito.

En Extremadura la norma solo recoge la modalidad presencial. En este punto, se da la consideración de locales de apuestas «a los salones de juego, los bingos y casinos debidamente autorizados, así como los locales específicos para su práctica». También, y cumpliendo determinadas condiciones, pueden autorizarse en estadios o recintos deportivos.

A diferencia de lo que ha ocurrido en varias regiones, que han aprobado la creación de webs de ámbito autonómico, en Extremadura aún no se ha abierto esta vía, si bien es algo que la Junta no descarta, según se explica desde la Consejería de Hacienda y Administración Pública. «El Estatuto de Autonomía y la propia normativa reguladora del juego lo permiten, si bien no forma parte de las acciones inmediatas de gestión en materia de juego», se aduce.

En cualquier caso, la mayor parte de las apuestas ‘on line’ se gestionan a través de las páginas que operan a nivel nacional, que son las autorizadas por la Dirección General de Ordenación del Juego, con un volumen de 5.110,3 millones de euros y 238,1 de margen en el 2016, frente a los 163,3 y 15 millones, respectivamente, jugados en webs autonómicas de Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco, Navarra o Comunidad Valenciana.

En el caso de los establecimientos de hostelería «sí se debe descartar el desarrollo de las apuestas», se puntualiza desde la Consejería de Hacienda, «puesto que la Ley del Juego extremeña excluye expresamente a este tipo de establecimientos de la práctica de este juego». e. b.