Se puede pensar en una estructura única, que no quiere decir que se unan todas las cooperativas en una única". Con estas palabras se refirió ayer el consejero de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan María Vázquez, a la invitación lanzada durante años por el Ejecutivo regional (por iniciativa del expresidente Rodríguez Ibarra) para la creación de una única cooperativa que fortalezca al sector agroganadero extremeño. Lo dijo tras la reunión que ha mantenido con responsables de las organizaciones profesionales agrarias, de la Confederación Regional Empresarial de Extremadura (Creex), las cooperativas y los sindicatos UGT y CCOO, en la que han abordado los acuerdos que contempla el Pacto Social y Político de Extremadura en materia agraria, y que ha servido para elaborar "un libro blanco del sector agrario", donde se analiza cómo está cada subsector y se aportan soluciones que pasan por el relevo generacional, la profesionalización y la "necesidad de fortalecerse respecto a la Unión Europea, creando infraestructuras únicas que le permitan producir, comercializar y vender en las mejores condiciones posibles".

A este respecto, preguntado sobre esa reiterada cooperativa única, insistió en la unidad de las cooperativas que trabajen en el mismo ámbito, e indicó que desde el Gobierno extremeño se está trabajando "para que eso sea una realidad en el futuro"; solo haciendo las cosas así "se puede pensar en una estructura única, que no quiere decir que se unan todos en una única cooperativa". Solo uniendo estructuras "se puede producir más barato, ahorrar costes y vender más caro", destacó Vázquez.

Lo cierto es que la anunciada gran cooperativa única extremeña, objeto de deseo del Gobierno extremeño desde hace algo más de cinco años, está paralizada y descartada a corto y medio plazo. Por ello, ante este silencio administrativo más acusado desde que preside la Junta Guillermo Fernández Vara, desde hace más de un año cada vez son más las cooperativas que se han olvidado de aquella fusión que Ibarra abanderó desde enero del 2005 y optan por unirse por zonas o por sectores para comercializar mejor sus productos. No en vano, el sector cooperativo extremeño mueve al año más de 700 millones de euros, lo que demuestra su importancia.

Un ejemplo de esta iniciativa de unión de cooperativas es el de la marca Deguste, que agrupa a cinco cooperativas punteras del sector agroalimentario extremeño que decidieron en el año 2008 fusionarse y crear una sociedad comercializadora común. Estas organizaciones, con 11.000 socios y una facturación de más de 150 millones, consideran que así venderán mejor en el mercado exterior sus señas de identidad: aceite, aceituna de mesa, cerezas y tomates, y sus derivados.

RESPALDADA POR ONCE Aquella apuesta inicial fue respaldada por once grupos cooperativos, que acordaron en marzo del 2006 formar esa gran empresa social para elaborar sus propias marcas y competir con otros potentes grupos nacionales, europeos y multinacionales. Eran Acorex, Acopaex, Asociación de Cooperativas Valle del Jerte, Acenorca, Copreca, Oviso, Crex, Caval, Cave San José, Viñaoliva y Casat. Sumadas facturaban entonces 400 millones al año.