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La Junta de Extremadura podrá prohibir a partir del próximo año el baño en ríos, gargantas, embalses y lagos que no cumplan los requisitos mínimos sanitarios y de salubridad. Así lo estipula la nueva normativa comunitaria sobre gestión de la calidad de las aguas de baño, actualmente en proceso de adaptación a la legislación española y que, según las previsiones de la Administración regional, entrará en vigor para el verano del 2008.

De esta forma, zonas de tanta tradición bañística y turística como el Lago Alonso Vega de Jaraíz podrán quedar clausuradas durante los meses estivales si, como ha ocurrido en la última campaña con esta piscina natural, no supera los controles de la Consejería de Sanidad.

Hasta ahora la Junta de Extremadura carecía de competencias para aplicar este tipo de medidas preventivas. "Si las pruebas resultan negativas y obtenemos evidencias de que pueden suponer cierto riesgo para la salud, de momento solo podemos notificar los resultados al organismo, administración o empresa responsable de la zona de baño e instarle a que tome medidas para corregir el problema", explica Jesús Gómez Encinas, jefe del Servicio de Seguridad Sanitaria y Medioambiental de la Junta.

El último ejemplo de esta situación es el charco Las Pilas, localizado en la garganta de Pedro Chate, en el término municipal de Collado de la Vera. En este caso, el ayuntamiento se ha visto obligado a colocar un cartel en la entrada en el que se advierte de que el agua no es apta para el baño. El motivo es que unos kilómetros antes de esta zona se vierten las aguas residuales sin depurar de la vecina localidad de Garganta la Olla. Pero el consistorio de momento tan sólo puede realizar este tipo de avisos. No tiene competencias para prohibir el acceso de los usuarios. Aunque si la situación persiste el próximo año, el ayuntamiento y la Junta tendrán que prohibir el baño o cerrar Las Pilas. Y esto se extiende a la otras zonas naturales de la comunidad autónoma que no presenten los requisitos mínimos de calidad exigidos por las autoridades.

En este sentido, estarán sometidas a la nueva normativa las 59 zonas de baño reconocidas por el Ejecutivo autonómico. Pero sobre todo, afectará a las ocho que, por "su tradición, infraestructuras y masiva afluencia de público", están declaradas como oficiales ante la Unión Europea: el embalse de Medellín, el de Proserpina (Mérida), el del Zújar en Castuera, el de Orellana, el Lago Alonso Vega de Jaraíz, la garganta de Cuartos (Jarandilla), el Rivera de Acebo y el río Jerte a su paso por Plasencia.

En los últimos años han sido varias las zonas oficiales que no han superado los controles sanitarios y han sido catalogados por las autoridades españolas y europeas como no aptas. En el 2006 --las catalogaciones de la Unión Europea se realizan al finalizar cada temporada, aunque los datos son válidos durante la siguiente campaña de baño-- el lago natural de Jaraíz fue el único que no cumplió con los niveles sanitarios exigidos.

400 INSPECCIONES Cada año, los inspectores y técnicos de la Consejería de Sanidad realizan en las 59 zonas de baño más de 300 controles y unas 400 inspecciones. El problema más frecuente son los vertidos de aguas residuales sin depurar.

Los exámenes se hacen antes, durante y después de la campaña estival (entre el 1 de julio y el 30 de septiembre) y una evaluación final en octubre. "En las zonas oficiales son más exhaustivos y tienen una frecuena semanal, completadas con controles