Austeros, responsables y comprometidos con los extremeños para unos. Insolidarios y antisociales para otros. Los presupuestos "más difíciles que ha tenido que afrontar esta comunidad autónoma", según palabras del consejero de Administración Pública y Hacienda, superaron ayer su primer paso parlamentario sin un atisbo de acuerdo y diálogo entre Gobierno regional y oposición después de más de tres horas de debate en la Asamblea.

Como había anunciado, el PP no dio el visto bueno a las cuentas presentadas por la Junta y defendidas por el consejero de Administración Pública y Hacienda, Angel Franco, para el año 2011 --dotadas con 5.190 millones de euros, un 7,7% menos que este año-- y como era previsible, la mayoría socialista en la Cámara no dejó que la enmienda a la totalidad presentada por la oposición --que reclamaba la retirada del texto y su devolución a la Junta de Extremadura para una nueva redacción-- saliera adelante.

"Es cierto que las partidas se reducen y las infraestructuras se aparcan, pero bajan con una prioridad clara: el mantenimiento del estado del bienestar y la ampliación de la cartera de servicios en el área de dependencia, servicios sociales y sanidad", defendió Angel Franco, que aseguró que se sentía orgulloso de las cuentas que ayer presentaba porque eran "lo mejor que podía hacerse".

Sin embargo, el líder del PP, José Antonio Monago, exigió a la Junta "la retirada" de unos presupuestos que "solo van a profundizar en la penosa situación que vive la región, puesto que no son cuentas para la ilusión, sino para la rendición". Para Monago, los números de estos presupuestos --que centran la mayor parte del gasto, un 52%, el equivalente a 2.702 millones, a Educación, Sanidad y Dependencia-- "son de plastilina", por lo que duda que los extremeños vayan a vivir mejor con las nuevas cuentas.

LA OTRA RECETA Según el presidente de la oposición, las cosas irían mejor para Extremadura aplicando otra receta. "¿Pero cuál?", le preguntó Franco, tras echarle en cara que los extremeños todavía no conocían el modelo del PP, alternativa al de la Junta. Solo una enmienda a la totalidad pidiendo su devolución y la exigencia de visitar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "para pedirle más dinero".

Palabras a las que Monago respondió que "el PP ha presentado en la Cámara propuestas para aumentar los ingresos y reducir los gastos que por orgullo, no se han aceptado". Propuestas que según recordó, pasan por trabajar los ingresos y "achicar" la administración pública, obligar al Estado a cumplir las previsiones en infraestructuras, luchar por el plan de empleo de Extremadura --volvió a afirmar que ha salido de los Presupuestos Generales del Estado-- y exigir la aprobación del Estatuto de Autonomía para percibir el pago correspondiente al 1% del PIB regional por parte del Gobierno central que contempla la reforma del texto.

"No son austeros, salvo que por austeridad se entienda menos inversión, más gasto y más deuda; no son solidarios, porque suben los impuestos a todos los extremeños, sin excluir ni al pobre de pedir, y no son sociales porque lo menos social de un presupuesto, es generar año a año más parados", concluyó Monago.

En su turno, Franco aludió a la reiterada petición del PP de recortar el número de altos cargos y personal eventual y en ese sentido preguntó cuántos ha reducido el PP de los 167 que tiene en la región extremeña. "Esa es la demagogia del que no gobierna", señaló.

Así las cosas, los presupuestos generales de la región para el año próximo, dotados con 5.190 millones de euros y con un recorte de 430, superaron el debate de totalidad y continúan su trámite parlamentario en comisión, a la espera de que los dos grupos políticos presenten las enmiendas que consideren oportunas, para después volver a la Cámara en el mes de diciembre, cuando está prevista su aprobación definitiva.