221 extremeños muertos desde el año 2000, dos accidentes laborales con baja cada hora, 340.000 jornadas de trabajo perdidas cada año y... un drama social en buena parte de los casos. Son sólo algunos datos fríos que dejan la siniestralidad en el trabajo en Extremadura, una lacra que no cesa en los últimos años pese a las medidas de sindicatos, empresarios y Administración regional para paliar sus efectos.

Cada año se registran en la comunidad autónoma más de 15.000 accidentes laborales (15.966 en el 2006, casi 800 más que en el 2005) y una treintena de personas fallecidas mientras trabajaban (27 el pasado año). La evolución de esta situación en los últimos años en la región evidencia la importancia de tomar medidas. Desde el 2000 al 2006, ambos inclusive, Extremadura ha registrado 111.413 siniestros en el puesto de trabajo que han causado baja, y que han provocado la muerte de 221 personas.

Atendiendo a estas cifras oficiales del Ministerio de Trabajo, cada día se producen en la región 46 sucesos de este tipo, lo que equivale a 1.400 al mes; la mayor parte de ellos (el 60%), en la provincia de Badajoz, siendo la construcción el sector donde más siniestros ocurren.

Sin embargo, en el último año sí se han registrado menos muertes, 27 frente a las 34 del 2005 y once menos que en el año 2000 --el más grave en cuanto a fallecimientos en los últimos años--. Además, al margen del drama social que causan los siniestros, la pérdida económica para las empresas también es importante, porque "no es sólo el coste laboral, sino que repercute de manera significativa en una cadena de trabajo, que se rompe de alguna forma", señala Juan Manuel Arribas, secretario general de la Confederación Regional de Empresarios de Extremadura (Creex).

Los sindicatos achacan esta situación al incumplimiento de la ley de prevención y riesgos laborales por parte de los empresarios, a la elevada subcontratación y a la precariedad laboral, entre otros aspectos; mientras que la patronal extremeña incide en la necesidad de trabajar en la prevención y reparte las culpas entre empresarios y trabajadores.

Lo cierto es que la siniestralidad laboral ha crecido en la última década en Extremadura casi un 50%. Como dato especialmente preocupante figura que este incremento no es sólo atribuible al crecimiento de la población ocupada, ya que en el último decenio el número de trabajadores con empleo en la región creció por debajo de ese índice, y quedó en poco más del 36%.

Mientras, a nivel nacional el crecimiento relativo en los accidentes laborales se situó en el 43%, por debajo del extremeño, al tiempo que la cifra de ocupados subió por encima de la regional, con un incremento del 48%, según los datos de Trabajo.

Otra cuestión que mueve a la reflexión es la última encuesta realizada por el Ministerio de Trabajo entre los trabajadores que habían sufrido algún accidente. Según dicha encuesta, la causa más citada (38%) es el exceso de confianza o la costumbre, seguida de la realización de esfuerzos o el tener que mantener posturas forzadas (27%). Ya a mucha distancia se citan otras como que la propia tarea obliga a realizar operaciones peligrosas (8,5%), el cansancio y la fatiga (7,2%) o el fuerte ritmo de trabajo (7,5%). Apenas el 5,1% de los trabajadores culpaba del siniestro a las condiciones del puesto de trabajo.