Además de ser algo desagradable, la presencia de excrementos de perros en la vía pública es un factor de riesgo en la transmisión de enfermedades de los animales a las personas. Se trata pues, de un problema de salud pública. Los perros son susceptibles de contraer una variedad de enfermedades que pueden traspasarse a los humanos y las heces son el mejor vehículo.

Los niños y las personas consideradas de riesgo, entre ellas ancianos y mujeres embarazadas, son los más propensos a contagiarse y los parques pueden ser un importante foco de infección, ya que muchos dueños llevan a sus mascotas a hacer sus necesidades en las zonas de juegos de los más pequeños, con el riesgo que ello conlleva.

Los parásitos

En ocasiones, las heces de los perros pueden contener parásitos que permanecen por mucho tiempo en las zonas con las que han estado en contacto. No es necesario tocarlos con las manos, una suela de calzado que se haya impregnado de excrementos puede llevar al hogar este tipo de parásitos, cuyos huevos microscópicos, introducidos en nuestro organismo, pueden desarrollarse y producir la misma sintomatología intestinal y sistémica que cualquier otro parásito con especificidad humana --diarreas, obstrucciones, anemias...--.

Según un estudio realizado por el Departamento de Animales de Compañía de Bayer y la Facultad de Veterinaria de Madrid, en general, los propietarios de los animales de compañía desconocen los riesgos que los parásitos intestinales de sus mascotas pueden suponer para su propia salud y la de los demás. En concreto, indica el estudio, el 23% de los propietarios de perros no saben lo que es un parásito intestinal y más del 50% desconocen que pueda ser causante de enfermedades en personas.

No obstante, no todos los veterinarios son tan alarmistas. Inmaculada Morales, de la clínica emeritense El Arca de Noé, incide en que "es verdad que los perros transmiten enfermedades, pero no es tanto como la gente se cree". Además, recuerda que las mascotas tienen una mejor alimentación que hace unos años, con lo que también se están evitando enfermedades a consecuencia de alimentos en mal estado.

Para Inmaculada, es importante saber que si se tiene un animal "es necesario que esté bien cuidado y con unas medida higiénicas adecuadas, con lo que se evitará que pueda pasar algo".

Pero no hay que descuidarse. Los expertos aseguran que es necesario administrar antiparasitarios a las mascotas al menos cuatro veces al año, con el objetivo de controlar las parasitosis intestinales que pueden adquirir, aunque más importante consideran recoger siempre las heces y tirarlas a la basura --nunca a un desagüe-- para que sean destruidas por la acción del calor.

Además, piden a los padres que vigilen a los niños para que no ingieran tierra o se lleven a la boca cosas cuando jueguen en zonas en las que hayan podido defecar perros.