La Federación de Laringectomizados de España y Asociaciones Sin Humo (FLEASH) presentó ayer ante la sede del Ministerio de Economía y Hacienda en León una reclamación en la que solicitan al Estado una indemnización de 600 millones de euros por los daños y perjuicios que han sufrido a causa del consumo de tabaco, informa Efe.

La indemnización exigida tendría como destinatarios a los poco más de dos mil miembros de las asociaciones de extirpados de laringe de León, Barcelona, Salamanca y Vizcaya, que son las que suscriben la reclamación planteada, según explicó en declaraciones a los periodistas el presidente de la Federación, Gumersindo Rodríguez.

Por este motivo, no descartó la posibilidad de aumentar próximamente esta petición económica si nuevas asociaciones de laringectomizados deciden sumarse a su petición, en la que se corresponsabiliza al Estado y a las productoras de los daños del tabaco sobre la salud.

Rodríguez reconoció las dificultades de que el Gobierno acceda a pagar la indemnización exigida, por lo que admitió que esta reclamación, que deberá ser respondida en seis meses, "constituye el primer paso, obligado, hacia una futura demanda contra el Estado y las tabaqueras ante la Audiencia Nacional".

Al respecto, se mostró esperanzado ante la opción de que los tribunales den en esta ocasión la razón a su colectivo, después de que hace cinco años diversas asociaciones de laringectomizados de España emprendieran, sin éxito, acciones judiciales contra las tabaqueras.

"Los magistrados reconocieron la responsabilidad de las empresas y el hecho de que adulteran el tabaco para crear más adicción, pero también vieron responsabilidad en el Estado, y el derecho español no permite juzgar sólo a uno cuando dos son los culpables", reflexionó el presidente nacional de los extirpados de laringe.

Justificó en este hecho su decisión actual de iniciar un procedimiento judicial que con casi toda probabilidad derivará en una denuncia por la vía contencioso administrativa tanto contra la Administración como contra las compañías tabaqueras.

"Es el Estado el que permite la adulteración del tabaco, que va en contra de todas las leyes y que además ha sido reconocida por las propias tabaqueras", sostuvo el presidente de la extirpados de laringe.