La alarma conjunta de los médicos llegó ayer cuando el sector ya está movilizado contra los ajustes de las comunidades. Los primeros fueron los de Cataluña el año pasado. Las medidas de la Generalitat ha llevado a cerrar ambulatorios y quirófanos. Ayer el sindicato de médicos entregó en el Parlamento autonómico 70.000 firmas recogidas en los últimos tres meses entre usuarios y profesionales en contra de los recortes sanitarios.

Además de sumarse ahora al manifiesto contra los recortes aprobado por la Organización Médico Colegial el pasado 28 de enero, otras comunidades ya han hecho las protestas por su lado ante los recortes que consideran, por unanimidad, "indiscriminados" y "desproporcionados". En Galicia hubo una huelga del sector el pasado noviembre. La lista se esperan han subido allí un 20% tras el cierre de quirófanos por las tardes mientras Núñez Feijoo prepara una ley para reducir la jornada del personas en un 30%. El recorte también ha tocado las medicinas, solo financia las 34 más baratas, dejando fuera 427.

Las concentraciones a las puertas de los servicios sanitarios en Madrid han sido motivadas por la reducción de más de 2.000 trabajadores del ámbito sanitario y la privatización: plantean excluir o aplicar copago a 23 prestaciones.

En la Comunidad Valenciana los sucesivos recortes han situado a esta comunidad a la cola de España en el gasto previsto por habitante para 2012, solo 974 euros frente a los 1.557euros del País Vasco. Las camas hospitalarias se han reducido y los quirófanos no funcionan por las tardes, mientras se plantea reducir los salario en un 50%. Los esfuerzos de los médicos se centran en convocar una huelga general.

En Castilla-La Mancha están siguiendo el camino de Cataluña y Valencia. El recorte presupuestario es el segundo mayor, de 613 millones, que de momento se ha traducido en un incremento de las listas de espera del 20%. También se deja la puerta abierta a la entrada de capital privado en cuatro hospitales.

Baleares desde el 2 de enero está cobrando 10 euros a cada usuario que renueve su tarjeta sanitaria. Las listas de espera son ya de récord y los colapsos son frecuentes tras el cierre de plantas y quirófanos.

Con este panorama, la demanda de comunidades menos tocadas por los recortes de momento se centran en no copiar las medidas ya puestas en marcha. Aragón está vigilante y Cantabria insiste en la necesidad de barajar "criterios uniformes que permitan tomar decisiones conjuntas". La mayoría están de acuerdo en devolver alguna transferencia al Estado.