Minutos antes de las ocho de la tarde de ayer, a las 19.54, la princesa de Asturias ingresó en la clínica madrileña Ruber Internacional por prescripción de su ginecólogo, Luis Ignacio Recasens, según informó la Casa del Rey. Letizia, que llevaba algunos días sintiendo molestias, entró en el centro médico privado en un monovolumen con los cristales tintados y acompañada del Príncipe.

Ningún fotógrafo, sin embargo, pudo captar la imagen de los futuros padres debido a las altas medidas de seguridad establecidas en la Ruber. A medianoche, Letizia continuaba ingresada. Los portavoces de la Zarzuela no habían confirmado todavía a esa hora si estaba previsto que el parto se produjera de forma más o menos inmediata.

Minutos después de que tuviera lugar el ingreso, a las 20.13 horas, el departamento de comunicación de la Casa del Rey envió un SMS a los móviles de los periodistas que cubren la información de Zarzuela. El mensaje sólo confirmaba que Letizia acababa de entrar en la Ruber, donde ya hacían guardia varias decenas de informadores. Acto seguido, dos furgones policiales aparcaron en las inmediaciones del centro, que, días atrás, ya estaba siendo vigilado por los agentes. Asimismo, un grupo de vecinos y curiosos se arremolinaron en la entrada de la clínica con la intención de obtener información sobre el estado de Letizia y del bebé.

A esa misma hora, un portavoz de Zarzuela entró a la Ruber, pero se limitó a explicar que el ingreso de la Princesa se debía a razones médicas y no dio más explicaciones sobre cuándo tendría lugar el parto. "Cuando ocurra algo, informaremos", dijo. No es la primera vez que Letizia ingresa en la Ruber. El pasado día 18, los Príncipes acudieron a la clínica porque la futura mamá sufría contracciones. Tres horas después, a las 3.20, Felipe y Letizia salieron del centro después de que los médicos monitorizaran a la Princesa y comprobaran que tanto la madre como el feto estaban perfectamente. En aquella ocasión, la pareja salió sonriendo. El Príncipe no olvidó el humor y pidió "perdón" a los periodistas por estar de madrugada haciendo guardia ante las puertas de la clínica.

REPOSO ABSOLUTO Tras el ingreso, Letizia guardó reposo absoluto en la Zarzuela por recomendación del doctor Recasens. El día 21, el médico ordenó que no viajara a Oviedo, donde tuvo lugar la entrega de los premios Príncipe de Asturias. Fuentes de la Casa del Rey explicaron que a la Princesa le hacía "mucha ilusión" pisar su tierra natal, pero el criterio médico tuvo, como no podía ser de otra manera, prioridad absoluta.

Días más tarde, la Princesa también causó baja en una cena benéfica que tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Madrid. En esta ocasión, al igual que sucedió en Oviedo, Felipe disculpó a su esposa y aseguró que el acto era demasiado largo para que Letizia pudiera asistir.

La última ocasión en la que se pudo ver en público a Letizia fue el pasado 12 durante el desfile del Día de la Hispanidad. Sin embargo, aquel día, la Princesa no

Pasa a la página siguiente