Queda claro que en bares, restaurantes y parques infantiles no se puede fumar, pero no tanto en los perímetros de los centros sanitarios, donde el fumador debe colocarse lejos de los accesos para encender un cigarrillo. Ayer fue el segundo día de aplicación de la nueva ley antitabaco --el primero laborable-- y por las calles de la región era habitual ver colocados grandes ceniceros acompañados de gente en las puertas de los locales de ocio y restauración, donde la nueva norma se está cumpliendo, tal vez por el miedo a las multas. También era habitual ver a madres y abuelas disfrutar con sus hijos en los parques y zonas de ocio infantil de ciudades como Cáceres, Mérida, Badajoz y Plasencia sin rastro de cigarrillos ni en las manos ni en las papeleras y el suelo, aunque en Plasencia no sin ciertas dudas. Pero aún así, la ley no se cumplió a rajatabla y muchos de los fumadores consultados por este diario aseguraron no hacerlo por falta de información, sobre todo en los centros sanitarios.

Prueba de ello es que a primeras horas de la mañana de ayer era habitual ver a varias personas --no tantas como antes-- recorrer las inmediaciones del Hospital de Mérida con su cigarrillo en la mano e incluso algunas, fumando en la misma puerta o en la entrada de Urgencias. Todos se encontraban a menos de 50 metros del centro y todos aseguraban estar incumpliendo la norma por desconocimiento. Se quejaban de que ningún cartel indicaba el espacio a partir del cual sí se podía fumar e incluso confirmaron que durante las primeras horas de la mañana los ceniceros todavía estaban colocados en la puerta principal, generando una gran confusión.

Situaciones similares se dieron también en Badajoz, en cuyos centros hospitalarios algunos fumadores todavía se resisten a la nueva normativa. No obstante, las aglomeraciones de fumadores a las puertas de los centros y en torno a los ceniceros han desaparecido. Estos se hallaban vacíos y una empleada de la limpieza del Infanta Cristina confirmó que "claro que se nota; todo está más limpio y no hay humo".

En el Materno Infantil no había rastro de tabaco ni el interior ni en la puerta, solo un par de personas fumando en los acerados, fuera del recinto. Lo mismo ocurría en el Perpetuo Socorro, donde tres mujeres manifestaron que "ya no nos quedan más vicios que fumar y no lo vamos a dejar, aunque sea aquí fuera", indicaron mientras daban las últimas caladas en un espacio ajardinado cerca de la entrada del edificio.

No obstante, durante el día de ayer, la Policía Local pacense no registró ninguna incidencia grave referente al incumplimiento de la nueva ley antitabaco, pero sí muchas llamadas de hosteleros que no sabían cómo actuar en tal caso.

En la capital cacereña el desconocimiento también era palpable. El aparcamiento del Hospital San Pedro de Alcántara recibió ayer más visitas de lo habitual. La explanada se convirtió en zona de paseo y desahogo de trabajadores y familiares de enfermos, que apuraban el cigarrillo. "La verdad es que no sabemos muy bien si aquí cumplimos o no con la ley", comentaban dos trabajadoras del hospital apostadas en el aparcamiento situado junto a la ciudad deportiva. Las dudas radicaban en la proximidad de la guardería del hospital y el parque del Rodeo, que tiene zona de juegos infantiles.

Mientras, el acceso al vestíbulo principal del hospital cacereño no estaba precedido ayer por el habitual pasillo de fumadores. La prohibición les llevó al otro lado de la verja, donde la acera mostraba las consecuencias: decenas de colillas en los alcorques y junto a la papelera. Algunos apuraban sus cigarros allí, a menos de un metro del recinto del hospital y a apenas 10 de la puerta. Otros buscaban la zona adecuada: "¿Aquí tampoco se puede?", preguntaba una señora que salía del recinto con el cigarro y el mechero en la mano. "¡Vamos a acabar encendiendo el cigarro en Fuente Fría!".

Por su parte, en el Hospital Virgen del Puerto de Plasencia, los fumadores evitaban el entorno de la puerta principal y se situaban alejados del paso de pacientes.

El Servicio Extremeño de Salud (SES), encargado de las inspecciones para el cumplimiento de la norma y de aplicar el régimen sancionador, informó ayer de que no ha recibido ninguna denuncia ni ha tramitado ningún expediente por el momento. No obstante recordó que las denuncias se pueden presentar ante distintas autoridades (policía, Guardia Civil) e instituciones (registros municipales y autonómicos), así como a través de las asociaciones de consumidores --la organización Facua ya ha recibido más 700 denuncias desde distintos puntos de España--.

LOS OTROS ´BENEFICIADOS´ Los efectos de la ley sí se están dejando notar en otros negocios no afectados directamente por la ley. "Si cada mes de enero, por los propósitos del nuevo año, la demanda de productos para dejar de fumar --chicles, parches, pipas y medicamentos-- crecía un 30 o 35%, en este 2011 estimamos que ha subido a un 50%", explica Cecilio Venegas, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz. En las ferreterías, por su parte, se están disparando las ventas de estufas de exterior para bares y cafeterías. "En todo el 2010 no vendimos una y ya tenemos varios pedidos", apuntan en Lamagrande, en Cáceres.