La licitación pública estatal cayó a la mitad en la región en los últimos doce meses, según los datos aportados por la asociación nacional de constructoras, Seopan. De este modo, entre marzo del 2004 y febrero del 2005, el Estado sacó a concurso actuaciones en Extremadura por 210 millones de euros, frente a los 418 millones de los doce meses anteriores. El descenso, de más del 51%, supone además la peor cifra de licitación del último lustro.

Así, según el informe de Seopan, hay que remontarse al periodo marzo del 2000-febrero del 2001 para encontrar un dato de gasto público estatal comprometido comparable al del último año. Con todo, incluso en ese periodo, inmediatamente posterior a la cita electoral donde el PP obtuvo mayoría absoluta, la licitación de los distintos ministerios fue superior, al alcanzar los 222 millones de euros.

Además, en el periodo siguiente, que abarca hasta febrero del 2002, se licitaron en la región obras estatales por 374 millones, que bajaron a 294 en los doce meses siguientes, y volvieron a subir a los citados 428 millones en el penúltimo año.

El informe de las constructoras toma como referencia la aparición en los diarios oficiales de los anuncios de concursos de obras, verdadero termómetro de las inversiones, ya que suponen un compromiso efectivo.

PERIODO DE VACIO Una de las causas de esta bajada podría ser la falta de continuidad en la ejecución de obras estatales.

En este sentido, cabe señalar que cuanto Rodríguez Zapatero llegó al poder en marzo del 2004, la totalidad de las obras de la Autovía de la Plata estaban licitadas e, incluso, existía una preadjudicación para los dos últimos tramos por asignar (Villar de Plasencia-Plasencia y variante de la capital del Jerte).

El final de los concursos de obra en esta importante actuación no ha tenido continuidad con ninguna otra. Así, aún no ha habido licitación alguna sobre el trazado del Tren de Alta Velocidad, y las obras del plan hidrológico parecen ralentizadas.

Mientras, importantes proyectos recogidos en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT) para Extremadura, aún se encuentran en sus primeras fases de estudio, y las licitaciones de obras se demorarán todavía meses o años.

Esta situación queda patente al constatar que la caída de la licitación pública se ha centrado en la obra civil, con un descenso de 200 millones de euros, mientras que en edificación la bajada era de unos 17 millones.

Frente a la caída de convocatorias de responsabilidad estatal, la licitación de la Junta tuvo un incremento notable, aunque no suficiente para compensar el parón estatal dada la diferencia entre los recursos que manejan ambas administraciones.

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