El Gobierno portugués que preside el socialista José Sócrates aprobó ayer un aumento generalizado de impuestos y un recorte drástico del gasto público para ahorrar 2.100 millones y reducir este año el déficit del Estado al 7% del producto interior bruto (PIB), por debajo del 8,3% previsto inicialmente por el Ejecutivo luso.

El plan, pactado con el Partido Social Demócrata (PSD), principal fuerza de la oposición, aumenta la presión fiscal en 1.000 millones de euros y recorta el gasto en otros 1.100 millones. El IVA subirá el 1% en todos los escalones y el tipo normal pasará del 20% al 21%. El nuevo impuesto del rendimiento de las personas físicas (IRS) se incrementará entre el 1% y el 1,5%, según las rentas. Asimismo, el impuesto de sociedades tendrá una tributación autónoma del 2,5% para el resto de corporaciones. Por último, el impuesto sobre el capital subirá hasta el 1,5%.

PRESION DE BRUSELAS Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, envió ayer una carta a los líderes de la Unión Europea (UE) para presionar sobre la necesidad de imponer una tasa a las entidades financieras para reducir y prevenir el riesgo de futuras crisis globales y para asegurarse de que en el futuro los bancos asumen el coste de su salvamento. Barroso considera crucial que en la próxima reunión del G-20 en Toronto (Canadá) en junio se adopte un calendario preciso para la aplicación de las reformas, informa Eliseo Oliveras.

Todo ello no evitó que el cambio del euro cayera hasta los 1,2585 dólares, el nivel más bajo desde el mes de marzo del 2009.