La fábrica ´El Chumacero´ de Valencia de Alcántara´, la principal embotelladora de agua minera en Cáceres y que se comercializa bajo la denominación ´Sierra Fría´, tiene parada toda su actividad a causa del incendio que la pasada semana afectó a esta zona y que destruyó el 90% de los 3.300 metros de sus instalaciones. Las pérdidas ocasionadas por el fuego ascienden a unos 3,6 millones de euros.

Los efectos de las llamas han sido devastadores. La empresa ha perdido parte de la maquinaria empleada para el embotellado de agua y "que aún hoy se están pagando", indica la responsable administrativa de la empresa, Flor Santana. Asimismo, se ha perdido la materia prima que había en uno de los almacenes. "Nuestra economía se ha visto reducida a cero", declara Santana.

INFRAESTRUCTURA

Por otra parte, las secuelas del incendio ha dejado fuera de servicio la zona dedicada al llenado, etiqueta y embalaje. Además, tres naves se han quemado; la de carga donde estaba toda la materia prima; la dedicada a moler las botellas que estaban defectuosas y, por último, donde estaba un compresor que tenía 6 meses. A estas pérdidas hay que añadir los 60.101,21 euros de los tres camiones que ardieron en el incendio.

´El Chumacero´ es la segunda empresa que más envasaba en la región, tiene su sede en Valencia de Alcántara y su capital es portugués. En ella trabajaban un total de 50 personas del municipio y de las pedanías. Según fuentes de la empresa, el dueño de la embotelladora, Manuel Usuares Rodríguez, "se está preocupando para mantener esos 50 puestos". Por otro lado, Santana prevé que para finales de año la línea de 5 litros, "que es la más demandada", pueda salir de nuevo al mercado.

Pero con las consecuencias del incendio también se ha tenido que posponer nuevos acuerdos. "Hemos tenido que suspender el convenio con Mercadona por el que se iba a suministrar 50 millones de litros al año", indica Santana. Por otra parte, la Junta les ha prometido ayuda. Asimismo, la empresa Lidl, con la que también tiene un contrato millonario, sigue apoyándoles. Sin embargo, Santana declara que se sienten abandonados porque "desde la propia institución local no nos hacen caso".