El del 40% parece un porcentaje imprescindible a la hora de hablar del fuego en Extremadura. Y es que si cuatro de cada diez hectáreas de la región presentan un elevado de riesgo de ser pasto de llamas, también detrás de cuatro de cada diez incendios está la mano del hombre. Así lo denunció el mes pasado el consejero de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan María Vázquez, confirmando una cifra que ya incluía el Análisis de la evolución de la lucha contra los incendios forestales en España de CCOO.

En este informe --que recoge los datos del 2006 y de los cuatro primeros meses de este año--, el sindicato destaca el elevado índice de intencionalidad en los incendios (concretamente, un 40,28%) que presenta Extremadura. De este modo, la comunidad se convierte en la quinta del país donde más habitual es este fenómeno, por detrás de Galicia, Cantabria, Castilla y León y Canarias.

Solo este año, 84 de los 209 incendios forestales que la región había registrado hasta mediados de julio fueron provocados, según los datos facilitados por Vázquez. Aunque esta cifra supone un descenso considerable de este tipo de siniestros, desde la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural se advierte que estamos en la época de mayor riesgo, por lo que el balance de este año puede variar mucho según lo que ocurra próximamente.

Medidas necesarias

Ante este panorama, CCOO destaca en su informe la necesidad de que se dote a las fiscalías y a los cuerpos policiales que investigan las causas de los incendios de suficientes medios y personal, así como que aumente el número de trabajadores dedicados a la prevención y extinción de este tipo de catástrofes. En el caso de Extremadura, el sindicato valora positivamente tanto la existencia de una ley regional específica sobre este tema, como de un fiscal especializado en el mismo.

Pese a ello, la región no se libra de las críticas. La principal: que sean empresas privadas quienes se encarguen de investigar los motivos de los fuegos declarados en Extremadura, como también ocurre, apunta el informe, en Castilla-La Mancha y Castilla y León. Además, el sindicato rechaza el reglamento de funcionamiento de los agentes forestales --en el que se establece que este cuerpo solo podrá actuar colaborando con otros efectivos, según indica-- y denuncia la falta de formación continua para estos profesionales.

Por otro lado, en cuanto a la evolución del problema, el estudio elaborado por CCOO apunta que "tras el virulento 2005", el número de incendios registrados durante el año pasado "bajó significativamente" con respecto al anterior. En el caso de Extremadura, en cambio, la reducción más significativa fue la que experimentó el cómputo de superficie calcinada. De hecho, aunque solo hubo 118 incendios menos (1.046 en el 2006 frente a los 1.164 en el 2005), se pasó de las 17.582 hectáreas que se calcinaron hace dos años, a las 4.650 del pasado. Ahora está por ver si esta buena tendencia se mantendrá este año.