Gaspar Llamazares no se anduvo anoche con rodeos. Reconoció el fracaso de IU-ICV al no haber logrado ninguno de los dos objetivos que se había marcado en la campaña. "El primero era movilizar al electorado y no lo hemos logrado, y el segundo era recuperar los votos que se habían prestado a otras formaciones el 14 de marzo y tampoco lo hemos logrado". La consecuencia,dijo, es que IU queda sumida en una "situación delicada".

El coordinador general de IU hizo un alarde de sinceridad al admitir "el fracaso político", y sus palabras fueron interpretadas por algunos dirigentes como una tentación de tirar la toalla. Sin embargo, Llamazares prometió seguir trabajando aunque, eso sí, promoverá un debate interno "a fondo y sin límites para realizar una reflexión profunda en todos los niveles, estrategia, modelo organizativo y composición de la dirección".

El retroceso desde el 5,1% del voto en las elecciones generales del pasado 14-M al 4,2% en las europeas de ayer supone la pérdida de la mitad de un electorado que los dirigentes de IU consideraban seguro y cifraban por encima del millón de votos. IU, en coalición con ICV, esperaba obtener 3 eurodiputados. Pero los 636.458 votos (4,16%) de la suma de ambos les sitúan en dos representantes: Willy Meyer, el cabeza de lista de IU, y Raül Romeva, de ICV.