Tarjetas de crédito a mano, bolsas cargadas de prendas y aglomeraciones en las tiendas. Este es el ambiente que se respiraba ayer en las principales ciudades extremeñas con motivo del primer día de rebajas. Un periodo muy esperado para los clientes y los comerciantes, que a última hora del martes ultimaban los detalles en el interior de las tiendas. Ni siquiera el asfixiante calor ha sido un impedimento para que cientos de emeritenses salgan a la caza de una buena ganga. Tampoco lo ha sido la crisis, que no ha impedido que las calles de Plasencia estuvieran a rebosar. Según una dependienta de Tara, las expectativas son altas, "no hay más que ver cómo están las calles, no se cabe", aseguraba ayer. Esto demuestra sobre todo que la gente espera a las descuentos. "Nos vienen pidiendo rebajas desde hace días", explican en Avance.

En Badajoz el comercio tiene un gran peso, así los demuestra el éxito en Springfield Woman de la calle Mayor. "Han pasado ya por aquí más de 500 personas, cuatro o cinco veces más que cualquier otro día y más que el año pasado", contaba una empleada ayer por la mañana. Tienen descuentos de hasta el 70%, por lo que han tenido que traer mercancía nueva para cubrir las ventas.

Entre los comerciantes de Cáceres consultados por este diario también se respira optimismo. Aquí aseguran que serán las mejores rebajas de los últimos años. En el establecimiento Next San Pedro al final de la mañana sus estantes estaban casi vacíos. Siguen la misma estrategia de todos los años: rebajas de hasta el 50 %, que exigen los clientes, según algunos dependientes, "que cada vez son más exigentes" y solo consumen artículos de temporada.