Empantanados ante las puertas de Basora y hostigados constantemente por milicianos de paisano, los soldados británicos que cercan la segunda ciudad de Irak lanzaron ayer nuevas acusaciones contra las fuerzas iraquís que la defienden. Según un portavoz militar británico, las tropas de Sadam "abrieron fuego" contra una multitud de civiles que abandonaba la ciudad en busca de agua y alimentos y provocaron un número indeterminado de víctimas.

Entretanto, el primer cargamento significativo de ayuda humanitaria, con más de 200 toneladas de ayuda, llegó por fin al puerto de Um Qasar, a bordo del buque Sir Galahad sin que, por el momento, la coalición anglo- norteamericana la pueda distribuir de forma eficaz. En cada punto de entrega, lo que prevalece casi siempre es la ley del más fuerte y, en los tumultos, son los más jóvenes y las mafias locales los que se suelen apoderar de los cargamentos, dejando a un lado a los más necesitados.

RUMORES INFUNDADOS

Quizás más que en ningún otro rincón del frente de más de 400 kilómetros, en el cerco a Basora han abundado los rumores infundados. Levantamientos populares no confirmados e incursiones de decenas de tanques, que luego se quedaron en un puñado de blindados anticuados, forman parte de la nube informativa que se ha posado sobre las operaciones militares en el sureste iraquí.

Ayer, Al Lockwood, portavoz militar británico en Kuwait, aseguró que sus fuerzas se vieron obligadas a disparar contra las milicias que supuestamente abrieron fuego con sus morteros contra una multitud que huía a pie de una ciudad donde escasea el agua potable y los equipamientos médicos, aunque no ofreció imágenes del incidente.