Desde hace pocos días, el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe cuenta con un nuevo guardián, fray Sebastián Ruiz Muñoz. El anterior prior, fray Guillermo Cerrato, recibió el martes la Medalla de Extremadura. Además, la comunidad franciscana de Guadalupe ha sido renovada en casi la mitad. También hay un nuevo párroco, Antonio Arévalo Sánchez, nombrado el 4 de agosto, según informa el Arzobispado de Toledo.

Por otro lado, dentro de los actos religiosos programados, el día 30 de agosto, Manuel Pecellín Lancharro, miembro de la Real Academia de Extremadura, ofreció el pregón de la exaltación guadalupense.