Las lluvias de la última semana en Extremadura harán perder a los tomateros extremeños más de 15 millones de euros, según la primera estimación realizada por la Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (Unexca). La merma en la producción ronda el 10% de un total de 1,8 millones de toneladas de tomate contratadas con la industria transformadora. Las Vegas Altas y Vegas Bajas del Guadiana son las comarcas extremeñas que se han visto más afectadas.

Los agricultores extremeños perciben 8 céntimos de euros por kilo de tomate, --(unas 14 pesetas)--, de los que casi el 60% se cobran en concepto de ayuda. "Es una cantidad significativa porque la no entrega del producto en la industria impide al productor cobrar la subvención que tiene por el cultivo", asegura Domingo Fernández, presidente del Grupo de Trabajo de Industrias de Tomate de Unexca.

BUENA CAMPAÑA A pesar de la pérdida de casi 200 millones de kilos de tomates por el agua, en la actual campaña se mantendría el récord de producción tomatera de la comunidad autónoma. En el 2003, el campo extremeño produjo 1,5 millones de toneladas y este año, con la merma, superaría los 1,6 millones de toneladas.

Domingo Fernández ha señalado que, a estas alturas de la campaña, las condiciones meteorológicas son "trascendentales" durante la recogida del fruto. A las recientes lluvias hay que sumar los importantes estragos que el granizo hizo en la zona de Miajadas al inicio de la campaña. "A fecha de hoy, en una gran parte de las explotaciones, el tomate ya está maduro y el retraso en su recolección ocasionará que se pierda".

Las lluvias han ocasionado numerosos problemas para la recogida de tomate, sobre todo porque los terrenos de las explotaciones están "blandos" y las máquinas cosechadoras no pueden entrar en ellos, con lo que no se entrega tomate a las industrias transformadoras.

AGROSEGUROS Desde Unexca se ha señalado que los perjuicios para los agricultores serán paliados parcialmente ya que el cultivo del tomate cuenta con un alto porcentaje de suscripción de seguros agrarios. Algunos peritos de compañías aseguradoras han visitado ya varias explotaciones afectadas para cuantificar las pérdidas. El sector mantiene su mirada en el cielo ante la amenaza de que las lluvias se mantengan más días.