Las lluvias de las últimas dos semanas pueden haber solucionado casi de un plumazo la acuciante situación de sequía que afrontaba la región durante los últimos meses y que había llevado a declarar la situación de alerta y emergencia por falta de agua en varias zonas de la geografía extremeña. Solamente en los últimos siete días, las precipitaciones han dejado en los embalses de la comunidad autónoma 1.581 hectómetros cúbicos. Esto supone el equivalente al consumo del campo extremeño a lo largo de un año o el abastecimiento urbano (hogares, empresas y usos públicos) de toda la región durante dos décadas.

De acuerdo con los datos facilitados ayer por las Confederaciones Hidrográficas del Tajo y el Guadiana, los embalses situados en Extremadura almacenan en su conjunto 7.757 hectómetros cúbicos, frente a los 6.176 del lunes anterior y los 5.585 de hace apenas 15 días. De esta forma, sus reservas han pasado de estar al 39,5% de su capacidad total antes de las navidades, a rozar el 55% actualmente. Esta cota no se alcanzaba desde finales del mes de abril debido a la falta de precipitaciones.

Si se analiza la evolución por cuencas, la del Tajo ha aumentado 891 hectómetros cúbicos. Así, dispone de 3.861 hectómetros almacenados, lo que supone estar al 61% del aforo máximo de sus represas --hace una semana apenas sobrepasaba el 47%--. Más de la mitad de ese volumen procede de las reservas que ha obtenido durante estos últimos días el embalse de Alcántara, el más grande de la provincia de Cáceres --con capacidad hasta 3.160 hectómetros cúbicos y que ayer contenía 1.964--. Valdecañas y Gabriel y Galán, que le siguen en cuanto a tamaño, también han registrado notables crecidas: el primero tiene 152 hectómetros más que hace una semana y ya está en 926 (alcanza el 64% de su capacidad), mientras que en el segundo las reservas han aumentado en 185 hectómetros cúbicos, hasta alcanzar los 335 (37%).

En el caso de la cuenca del Guadiana, sus pantanos han pasado de un 41,1% a un 50% de capacidad (de 3.206 hectómetros cúbicos a 3.896). En términos absolutos, los que han registrado un mayor crecimiento han sido los de La Serena, que ha sumado cerca de 212 hectómetros cúbicos, el de Cíjara, que ha sumado 125, y García de Sola, más 89.

LAS PRECIPITACIONES La causa de estos aumentos en las reservas hidrográficas está, indudablemente, en las lluvias que se han producido de forma casi incesante durante las dos últimas semanas y medias. Así, según los datos provisionales de las estaciones pluviométricas de las confederaciones hidrográficas, hasta las ocho de la tarde de ayer se habían registrado en Piornal 73,6 litros por metro cuadrado en 24 horas y más de 35 litros en localidades del norte de la región como Jaraíz, Madrigal, Villanueva de la Vera, Gata, Pinofranqueado o, en el centro, Santa Marta de Magasca. Pero el dato es todavía más llamativo si se miden las precipitaciones de la última semana: Piornal acumula más de 350 litros por metro cuadrado desde el día 28, mientras que más al sur, en Las Villuercas, la estación del embalse de Cancho del Fresno ha sumado 438 litros en los últimos siete días.

En la provincia de Badajoz, se han superado los 300 litros en el entorno de Mérida, La Serena, Alange, La Siberia, la comarca del Lácara o Tendudía.

Esto ha originado que algunos embalses se encuentren al límite de su capacidad. Es el caso del de Montijo, que está al 100%, el de Gargáligas (98%), Los Molinos (99%), Ruecas (98%) o Guijo de Granadilla (93%). De hecho, la Confederación del Guadiana ha tenido que realizar varios desembalses durante los últimos días en pantanos de la cabecera del río, como en las presas de Peñarroya, Puerto de Vallehermoso, la Cabezuela y Vega del Jabalón, todos ellos en Castilla-La Mancha.

En la cuenca del Tajo algunos embalses también han reducido sus reservas: el de Torrejón, de aprovechamiento hidroeléctrico, y el de Valdeobispo, que se aproximaba al límite de su capacidad.