En casa de Oscar Juan de los Santos y de Cándida Dos Santos no recuerdan la última vez que se permitieron un capricho. Tampoco tienen mucho tiempo para pensar en eso, porque antes deben resolver qué pondrán sobre la mesa para que los doce miembros de esta familia coman cada día.

Y eso no resulta fácil cuando prácticamente el único dinero que entra en casa son los 420 euros que Oscar recibe al mes como ayuda familiar tras haber agotado su prestación por desempleo después de trabajar como eventual en el Servicio Municipal de Limpieza. Solo uno de sus hijos recibe otros nueve euros al día por asistir a un curso formativo. Sumando ambas cantidades, apenas superarían los 50 euros por persona y mes.

Con el matrimonio viven sus cinco hijos --dos de ellos menores--, su yerno, sus respectivas madres, una hermana de Cándida y un sobrino. De hecho, la pareja lleva un año y medio durmiendo en una vieja caravana aparcada frente a su piso social de Los Colorines para que el resto de la familia se pueda repartir entre el salón (donde cada noche instalan cuatro camas) y los tres dormitorios. "Tuvimos que hacerlo cuando mi madre se vino a vivir con nosotros, porque se murió su marido, para que hubiera sitio para todos", cuenta Oscar.

Ningun miembro de la familia encuentra ahora trabajo y Cándida reconoce que, si no fuera por la ayuda que recibe de Cáritas y la bolsa de comida que le entregan en las clases de alfabetización a las que asiste, la mayoría de los días no tendrían nada que llevarse a la boca. También toda la ropa que visten sale del ropero de Cáritas.

Con tanta familia, Cándida tiene que cocinar por kilos. "Mis ollas son como las de los soldados", describe. Pero eso no ha podido ser siempre, el matrimonio reconoce que han sido muchas las veces en las que la nevera ha estado vacía. "Eso es horrible, no por nosotros, sino por mis hijos. Lo que pasamos no es para contarlo, es para vivirlo, porque mucha gente no se lo cree", dice Cándida.

Oscar y Cándida están esperando que le concedan una vivienda social a su hija y a su yerno para poder vivir con un poco más de desahogo. "Si se la dan, la mitad de la familia para ella y la mitad para mí", dice la matriarca sin perder el humor a pesar de su situación y de lo que se les viene encima. Y es que este es el último mes que Oscar ha percibido los 420 euros.

¿Qué harán ahora? "No sé qué vamos a hacer", responden con tristeza enumerando los gastos a los que tienen que seguir haciendo frente en la casa (22 euros al mes), el agua, la luz... y, sobre todo, llenar 12 bocas.