Reconocer un problema es el primer paso para solucionarlo, y en esta vía está la propagación de la tuberculosis bovina que convive desde hace años entre la fauna silvestre y la ganadería en varios puntos de la región, pero que afecta de forma alarmante en los últimos meses especialmente a la parte occidental de la Sierra de San Pedro y el área del Parque Nacional de Monfragüe.

Un contagio "preocupante", que ha obligado a varios ganaderos de estas zonas a deshacerse de ganaderías completas, ya que existe entre un 20% y un 40% de ciervos y jabalíes infectados en puntos concretos de la región, más del doble de la prevalencia de la enfermedad en el resto de zonas cinegéticas que suele rondar entre el 5 y el 10%. Estos datos ponen de manifiesto la necesidad de tomar soluciones "urgentes" en los puntos focalizados ante el riesgo de que la enfermedad pueda llegar a casos extremos y alcance al 100% de los jabalíes y a más del 50% de los cervunos, como se conocen experiencias en otros lugares del país que padecen problemas similares.

Así lo expusieron el miércoles expertos de la Universidad de Extremadura que participaron junto a representantes de la Junta de Extremadura, del sector ganadero y cinegético en unas jornadas en las que se reúnen por primera vez los sectores implicados para buscar más soluciones de las que hasta ahora se vienen desarrollando contra la tuberculosis bovina, como son las campañas de saneamientos y las resoluciones de emergencia cinegéticas, que están siendo "insuficientes", tal y como reconoció el jefe de Recursos Cinegéticos y Piscícolas, José Luis del Pozo, de la consejería de Medio Ambiente.

AUMENTAN LOS CONTAGIOS La tuberculosis llega al ganado por el contacto con ciervos y jabalíes que sufren la enfermedad en unos porcentajes más elevados de los habituales, fundamentalmente por los cambios de manejo, "inadecuados", de estas especies cinegéticas, movimientos de estos animales de unas zonas a otras "que no están preparados para enfrentarse a enfermedades de la zona o incluso que traen sus propios patógenos" y por el aumento de las poblaciones salvajes, que "aunque no es determinante, bajar las densidades sí favorece el problema, pero sin obsesionarse", explica Juan Carranza, catedrático del área de Zoología de la Uex y responsable de la Red de Grupos de Investigación sobre Recursos Faunísticos.

Según Pedro Fernández, investigador del grupo de Biología, Etología y Gestión Cinegética de la Uex, el contagio de la tuberculosis en las especies cinegéticas se ha agravado en los últimos años en ciertos puntos con la sequía y la falta de alimentos. "Esta situación pone en riesgo tanto a las especies salvajes, que no se puede decir que estén en peligro de extinción pero sí supone un peligro para el mantenimiento de la población sana, al ganado e incluso a especies protegidas". El jabalí, explica, es la principal fuente de contagio, "puesto que actúa como reservorio de la tuberculosis porque aguanta bien la enfermedad, mientras que a los ciervos les desencadena la muerte", detalla.

PROGRAMAS DE ERRADICACION De esta situación, que no es exclusiva de la región, ya que otras comunidades como Andalucía, Castilla-La Mancha, Madrid o Castilla y León tienen graves problemas con las especies cinegéticas, se lleva hablando desde hace años, y prueba de ello son dos tesis doctorales de la Uex de 1995 y 2003, que analizaban la presencia de la tuberculosis, cuya prevalencia a nivel de toda la región se mantiene más o menos constante desde hace diez años.

Así lo asegura la jefa del servicio de Sanidad Animal de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, Cristina Sanz. "La evolución de los Programas de Erradicación de la Tuberculosis en Extremadura ha sido muy favorable, con una disminución importante. En 1999 nos situábamos en una prevalencia del 16,39% pasando a un 1,15% de explotaciones positivas a finales del 2009. Por tanto, contamos con más de un 98% de las explotaciones libres de la enfermedad".

Pero esto, como bien dice uno de los ganaderos afectados en Monfragüe, Juan Manuel Herrero, "no son índice reales", puesto que como reconoce la consejería, "en la comunidad hay cuatro áreas muy ligadas a fauna silvestre donde las prevalencias son más elevadas --de hasta 2,30% de explotaciones afectadas en algunos casos de las áreas de Sierra de San Pedro o Monfragüe-- donde el reservorio silvestre tiene mayor importancia".

"Es ahí donde hay que implementar otras medidas para obtener los mismos resultados que en el resto de la región". "Y si en fauna silvestre no podemos llegar a erradicar la tuberculosis al 0%, si es posible llevar a la ganadería al menos a un porcentaje aceptable de prevalencia, de modo que sean viables las ganaderías en estas zonas", explica Sanz.Para ello, tras tomar contacto con la universidad, y otros sectores, se plantean una serie de medidas para frenar los contagios y controlar las poblaciones a medio y largo plazo que José Luis del Pozo explicó en las jornadas. La clave, según Carranza, es mantener a los animales separados, con cerramientos, siempre que sea posible.

Se trata por un lado evitar el hacinamiento, actuando sobre las densidades. En los puntos más afectados se permitirá abatir ciervas en las monterías ordinarias, superar los cupos de caza previstos sin procedimientos administrativos y celebrar batidas en cotos de caza menor o deportivos o terrenos libres en las condiciones fijadas. También se contempla modificar la alimentación para que no se hacinen los animales en los mismos lugares, uno de los mayores puntos de contagio, y "prohibir la suplementación de las especies cinegéticas de forma excepcional" cuando no suponga un riesgo para la alimentación del ganado, "entonces se permitiría la suplementación en lugares controlados".

En una segunda línea se plantean medidas de gestión de restos cinegéticos, es decir, se trata de eliminar las vísceras y los residuos de un animal tras las acciones cinegéticas en las dehesas de forma más controlada y fomentar la vigilancia de los agentes de medio natural y el seprona, así como las inspecciones sanitarias.

Y en tercer lugar, Del Pozo establece prioritario medidas de gestión destinadas a fomentar la integración entre titulares cinegéticos y ganaderos "cuando cotos y ganaderías coincidan para evitar puntos comunes de alimentación y abrevaderos, que se seleccione el tipo de alimentación, los lugares y tipos de suplementación y que se intente compaginar el manejo de las reses con las acciones cinegéticas". Estos remedios se incluirán en un texto que se llevará al Consejo General de Caza para incluirlos en la próxima orden de veda allí donde sea necesario.

Además de estas, se constituirá un grupo de trabajo que se concretará en un próximo encuentro, con el objetivo de reunirse de forma periódica para diseñar el plan de vigilancia epidemiológica que en la región no existe y que "permitirá identificar las cepas de la enfermedad, es decir, la genética de los patógenos", así como detallar su desarrollo y estudiar los casos concretos, explica Carranza.