Símbolos nazis en las paredes, insultos, heces en las aulas y material escolar destrozado e inutilizable es la imagen que presenta el colegio público Doctor Huertas de Alcuéscar tras sufrir un asalto la madrugada del domingo al lunes por causas que aún se desconocen. El vandalismo se extendió al resto del pueblo. La plaza del ayuntamiento amaneció con contenedores quemados y con los carteles del candidato socialista y actual alcalde, pintados.

Como ya informó ayer este diario más de 200 alumnos de entre tres y once años llevan dos días sin clase. Hoy tampoco podrán entrar en el centro, pero desde la delegación provincial aseguran que mañana se reanudarán las clases, después de que una brigada municipal de limpieza acondicione el edificio. En cuanto a los autores, ni rastro. La policía judicial aún investiga el caso, tras recoger información y huellas en el colegio durante toda la mañana de ayer. De momento no ha trascendido ninguna hipótesis, ni siquiera se sabe si se trata de personas del municipio, ya que ninguno de los habitantes del pueblo tenía constancia de lo ocurrido. La noche del domingo al lunes nadie se enteró de nada.

"Los destrozos son impresionantes. No podemos aventurarnos a hacer hipótesis porque está en manos de la policía, que será quien tenga que esclarecer lo ocurrido. Hemos suspendido las clases porque hay material roto peligroso", dijo el delegado provincial de Educación, Enrique García. El delegado incidió en que es la primera vez que un colegio de la provincia vive algo parecido: "ha habido destrozos, pero no a estos niveles. Esta vez el vandalismo ha llegado a unos extremos exagerados", añadió.

PANORAMA DESOLADOR Documentos revueltos y esparcidos por el suelo, ordenadores destrozados con silicona y extintores, trabajos de los alumnos quemados, cuadros rotos, símbolos nazis en las paredes y hasta heces fecales en la sala de profesores es el panorama que se observa al recorrer el edificio. En definitiva: nueve aulas, tres despachos, la sala de audiovisuales y los aseos, inutilizables. Todo parece indicar a que accedieron por una ventana de los aseos de la planta baja. "Después de hacer un primer recuento, solo hemos echado en falta unos 200 euros que teníamos en la consejería para compra de material, un teléfono y una bicicleta de una exposición. Ahora tenemos que ver si faltan documentos, porque están revueltos papeles administrativos de becas y notas", explicó el director del colegio, José Miguel Paredes. "Nunca hemos vivido nada igual. Han defecado hasta en las aulas. En la sala de profesores se tomaron un café, lo revolvieron todo y después volvieron a defecar. Metieron las heces en el frigorífico. No lo entendemos", repitió el director del colegio.

De momento no se sabe si la esvástica nazi de las paredes identifica a los autores con grupos ultraderechistas o se trata simplemente de una gamberrada. Aunque lo cierto es que el día anterior a que se desarrollase el asalto al centro aparecieron pintados y tirados los carteles del candidato socialista y actual alcalde de Alcuéscar, Narciso Muñozo; además de contenedores quemados en la plaza del ayuntamiento. "No entendemos qué es lo que ha ocurrido y más siendo un colegio. Si esto tiene algo que ver con política no es el sitio ni son las maneras", apostilló el primer edil de la localidad. Muñozo hizo, además, una llamada a la tranquilidad a los habitantes de Alcuéscar: "Queremos que estén tranquilos y sobre todo que no se emitan juicios de valor antes de que se esclarezca lo sucedido. Aún no sabemos si todo esto lleva tintes políticos", dijo.

MANIFESTACIONES Cerca de 300 personas entre padres, profesores y alumnos se manifestaron ayer en la plaza del ayuntamiento para rechazar lo sucedido. El director del colegio y el alcalde leyeron un manifiesto en contra de los actos vandálicos. "Actos como este dañan la moral de los niños y la imagen de Alcuéscar. No se pueden volver a repetir", dijo el director durante la protesta. En el pueblo se respira indignación e intranquilidad. "La gente está muy crispada. Es un centro con niños, sus padres trabajan y no han podido dejar a sus hijos con nadie", explicó el alcalde. Hoy 14 empleados municipales limpiarán el colegio, que, si nada lo impide, volverá a abrir sus puertas mañana. Aunque eso sí, a alumnos y profesores les costará borrar la imagen de su colegio destrozado de sus mentes.