Gata tiene en marcha su mosaico y, con él, un proyecto de emprendimiento social sin precedentes en España en un periodo tan corto. Han pasado dos años y medio desde aquel incendio que asoló 8.000 hectáreas de terreno en el corazón de la Sierra de Gata y el movimiento surgido en torno a la recuperación de la zona se materializa ya en 147 iniciativas (se han recibido centenares), de las que cien están en trámites y otras 47 ya se pueden ver sobre el terreno: ganadería de cabra autóctona, plantaciones de castaños y madroños, colmenas que se controlan a través de una app móvil... Hay iniciativas particulares, pero también varias colectivas, como las asociaciones que se han creado en Hoyos y Descargamaría para reactivar el uso de cientos de hectáreas de montes privados por parte de los vecinos o incluso de colaboración público-privada: la Junta de Extremadura construye abrevaderos y pequeñas naves ganaderas en los montes públicos para que los cabreros lleven a sus animales a pastar y los limpien de maleza.

«Nadie va a encontrar en España o Portugal una iniciativa surgida después de un incendio con las cifras que hemos logrado aquí», defiende Fernando Pulido, coordinador del Proyecto Mosaico, impulsado por la Junta de Extremadura y la Uex, y defensor de esta diversificación de usos como estrategia natural para prevenir incendios en la zona de Gata y de Hurdes, pero también frenar la pérdida de población en el entorno rural.

La clave de todo es que entre los proyectos seleccionados hay un equilibrio entre los usos ganadero, forestal y agrícola (en ocasiones con varios usos en el mismo terreno) que garantizan el futuro de la zona y generan un cortafuegos natural. Según el cálculo de la universidad, las 150 iniciativas que hay en estos momentos en marcha o en ciernes, suponen la gestión de unas 20.000 hectáreas de terreno, un 10% del territorio. «Eso supone que estamos planteando un cortafuegos productivo de 20.000 hectáreas, 20 veces más que las 1.200 hectáreas de cortafuegos que hay ahora», arguye Pulido, para quien, con estos proyectos en marcha, habría razones fundadas para decir que los grandes incendios «quedarán erradicados» de las comarcas de Gata y Hurdes.

trámites/ Por el momento las iniciativas que se han puesto en pie son las más pequeñas y las que mejor han conseguido solventar los trámites con la administración. Del centenar pendiente, la mayoría están atascadas por las barreras administrativas a las que se enfrentan. Estas son, en todo caso, las que generan más expectación porque son las que podrán generar más impacto en la zona y crear más empleo (algunas iniciativas paradas como una planta de biomasa en Caminomorisco prevé 50 empleos). Las más pequeñas no atraen población «pero mantienen la que hay», defiende el profesor de la Uex.

En la selección de proyectos que han llevado a cabo, hay una veintena que prevén la creación de sistemas agroforestales (que el emprendedor sea capaz de generar al menos dos productos, uno forestal y otro ganadero en el mismo territorio), y otras estrictamente forestales, agrícolas o ganaderas. De estas últimas, la mayoría son cabreros, porque la cabra es la ganadería que mejor se adapta a esta zona de montaña y la más efectiva en la limpieza del monte. «Es imprenscindible que haya ganado en los montes de Gata y Hurdes para que no ardan de nuevo», dice Pulido. Hay en marcha una cooperativa de leche ecológica y otro proyecto cárnico, frenado de momento, a la espera de si se reabren o no los mataderos de Valverde del Fresno y Acebo.

Al contrario que en el mosaico de Hurdes, si algo caracteriza a Gata es que muchos de los proyectos que se están ejecutando, fundamentalmente los de tipo agrícola, han llegado de la mano de neorrurales. Solo en Acebo (un pueblo de 500 habitantes) se han contabilizado 25 personas (de distintos puntos de España y también del extranjero) que se han instalado para desarrollar parte del medio centenar de iniciativas incorporadas al Proyecto Mosaico a través de un llamamiento municipal que recibió un millar de propuestas.

Entre los proyectos agrícolas se encuentran las iniciativas más novedosas: gente con experiencia en el cultivo de café en otros países que quiere plantarlo en Gata con variedades concretas; otros que quieren cultivar lúpulo (el fermento que se utiliza para producir la cerveza); o proyectos con pistachos; con plantas aromáticas y medicinales; junto a otros con olivos o variedades de uva. Son proyectos atractivos, no solo por los productos sino porque incluyen también transformación y es casi la única forma de que el promotor del proyecto obtenga un margen económico mucho mayor, esencial para asentar a gente en el territorio y para crear empleo.

Además, en el ámbito forestal hay también proyectos originales con castaños y con resina. En el caso de los castaños, porque se pretende crear una asociación en la zona, con una producción diferenciada de castañas y comercializable; y con la resina, porque por primera vez se contempla en Extremadura como un recurso económico a tener en cuenta (y además esto supone atajar los incendios porque para la explotación de la resina hay que clarear las masas de pinos).

peculiaridades de hurdes/ Al contrario que en Gata, en Hurdes el perfil característico es el del agricultor tradicional y no hay ganadería (hay dos cabreros y uno lo está dejando). Como en este caso no había muchas iniciativas, será la administración quien tome las riendas a través de una propuesta de la universidad para que la Junta plante castañares en una pequeña parte de las 40.000 hectáreas de montes públicos y que después las ceda a los vecinos (bajo un contrato). Podría ponerse en marcha en otoño y solo entre Caminomorisco, Nuñomoral y Pinofranqueado hay cerca de un centenar de agricultores locales que han manifestado el interés por gestionar esos terrenos.

«La parte más importante del Proyecto Mosaico es el movimiento que ha generado, que está permitiendo crear las herramientas sociales y las actitudes necesarias para que sea la propia población la que gestione el territorio. Está despoblado porque la población no estaba mentalizada para tomar la iniciativa y, sobre todo en Sierra de Gata, eso ha cambiado», valora Fernando Pulido.

Tras dos años de andadura, el Proyecto Mosaico se prepara además para trabajar de forma autónoma. El convenio entre la Junta y la Uex para conformar el mosaico (la primera fase) termina en agosto y ya se está redactando la memoria final. La intención es que la universidad siga supervisando el proyecto, aunque ya se ha constituido legalmente una asociación en la zona de Gata que tomará las riendas una vez que concluya el convenio. El proyecto mosaico tiene relevo para garantizar su futuro.