Los cuatro cadáveres de las personas que fallecieron ayer calcinadas en el accidente de tráfico en la carretera que une Ribera del Fresno con Villafranca de los Barros fueron trasladados al depósito municipal de esta última localidad para su identificación, según explicaron fuentes de la Guardia Civil. Allí se les realizó la autopsia.

Fuentes del Ayuntamiento de Puebla del Prior confirmaron a Efe que tres de los muertos son vecinos de esta localidad y familiares entre sí, y no pudieron precisar el parentesco que les unía, pero sí que uno de ellos era un menor de 15 años. El parentesco no se pudo confirmar hasta última hora de la tarde.

Estas mismas fuentes agregaron que el pueblo está "consternado", ya que todos sus habitantes (563) se conocen, por lo que dijeron que el resultado de este accidente de tráfico supone una "tragedia" para la localidad que ha "desbordado" a sus vecinos. A menudo, los accidentes de tráfico con víctimas mortales no suponen sólo una tragedia para las familias sino de los afectados sino que representan un verdadero mazazo para su localidad de procedencia. Y más si se trata de personas muy conocidas y familias entre sí.

El caso más reciente de luto local se ha producido en Madrigalejo (2.237 habitantes), que en poco más de una semana ha perdido a cinco de sus vecinos en dos accidentes de tráfico. El primero de ellos se produjo el pasado el pasado 20 de junio al colisionar un turismo con una estructura de cemento de la cuneta en la N-430 a la altura de Obando. En en percance fallecieron tres jóvenes de entre 15 y 18 años --dos de ellos primos--, mientras que el conductor y un quinto ocupante resultaron heridos.

El segundo accidente tuvo lugar el 28 de junio cuando un matrimonio, vecino de la misma localidad, cayó al canal de Orellana en el interior de su vehículo. La pareja tenía 65 y 68 años.