¿Qué tienen en común Cataluña, Valencia y Baleares para posicionarse juntos de cara a la reforma del sistema de financiación autonómica? No hay filiación política --la primera está gobernada por PSC, Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya-Los Verdes; en territorio valenciano lo hace el PP, y en las islas, el trinomio PSIB-PSOE, Unión Mallorquina y Bloc per Mallorca. Y tampoco son las más ricas --según los datos de Producto Interior Bruto (PIB) per cápita del 2005, Madrid, Navarra, País Vasco, Cataluña y Baleares son las cinco regiones con mayor riqueza; la Comunidad Valenciana aparece en el puesto noveno--. El secreto está en el balance fiscal.

Mientras el Ministerio de Economía trabaja en su elaboración, el trabajo más reciente sobre balanzas fiscales es un informe publicado por la Fundación BBVA y que toma como referencia el periodo 1991-2005. En él se constata que Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares son las cuatro regiones que presentan un balance negativo. Es decir, recibieron de la Administración central menos de lo que aportaron. Madrid, por ejemplo, contribuyó a las arcas nacionales con 41.000 millones anuales de euros y recibió más de 28.800 millones (-12.300 millones), mientras que Cataluña aportó 42.433 millones y percibió 35.500 (-7.000 millones). Extremadura, en cambio, es una de las seis regiones con mayor superávit en su balanza fiscal. La región entregó al Estado 4.033 millones de euros anuales y recibió 6.556 millones (+2.500 millones).

En cuanto al reparto por habitantes, de nuevo Madrid, Cataluña, Baleares y Valencia obtienen un balance per cápita negativo. En este sentido, cada madrileño pierde al año 2.302 euros, cada catalán 1.094, cada balear, 915 y cada valenciano, 37 euros. En el resto de comunidades, la cuenta es positiva. Es más, Extremadura es la comunidad con mejor balanza fiscal per cápita, con 2.375 euros de saldo entre lo que aporta y lo que recibe.