Un día después de la boda entre Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, Madrid recuperó ayer la normalidad. Sin embargo, miles de madrileños, todavía emocionados, se acercaron hasta el Palacio Real y la catedral de la Almudena para ver con sus propios ojos los escenarios del enlace real.

Hasta las 15.00 horas, unas 5.000 personas habían entrado en la catedral para admirar la decoración floral del templo y pisar la misma alfombra que la comitiva real. Hubo algunos, incluso, que robaron trozos de alfombra. Esta tiene algún problema para ser retirada por los operarios ya que el sábado se mojó en exceso. Tras esperar bajo el sol en una gran cola, muchos turistas se hicieron fotografías frente al altar mayor, donde permanecían los reclinatorios en los que se sentaron los novios.

Paraguas para el sol

María, una mujer de 55 años, fue una de las madrileñas que se acercaron a la catedral. Salió de su casa con un paraguas en previsión de que lloviera, pero al final lo terminó utilizando para protegerse del sol. "Ayer sábado para el lector estuve en la plaza de Oriente viéndolo todo y hoy quería estar aquí. Tenemos una familia real muy maja", apuntó. Jesús y Adolf, que vieron el enlace de Felipe y Letizia por la televisión, también acudieron a la Almudena para curiosear. "Queremos pasar un día cultural", dijo Jesús.

El Palacio Real abrirá hoy al público, a partir de las 15.00 horas, el patio del Príncipe. De esta manera, los madrileños y los turistas podrán ver el escenario del banquete y los tapices que se colgaron para la ocasión. También contemplarán la mesa presidencial del almuerzo, en la que se sentaron los Príncipes de Asturias, con la vajilla y la cubertería que usaron los comensales y que data de las épocas de Alfonso XII y Alfonso XIII.

Esta visita podrá ser realizada hasta pasado mañana. Ese día, los responsables de Patrimonio Nacional retirarán la mesa y toda la ornamentación del patio, una explanada de 2.500 metros cuadrados.

Ornamentos sustraídos

Los operarios comenzarán hoy a quitar todos los elementos con los que Pascua Ortega decoró la capital para el enlace: banderines, lonas artísticas para cubrir los edificios en obras y flores. Muchos de ellos, sin embargo, desaparecieron ayer tras ser robados por el público. Frente a la Almudena, por ejemplo, no quedaban plantas. Y en la calle de Alcalá, los ficticios almendros en flor ubicados en la mediana también habían desaparecido. No así los que permanecían en las farolas, que estaban colocados demasiado alto.

Habida cuenta de que el sábado los ciudadanos se echaron a la calle a celebrar el enlace, los servicios de limpieza recogieron por la noche unos 9.000 kilos de basura. De ese total, 2.750 fueron retirados directamente de la vía pública y 3.700 de los contenedores colocados en las plazas donde se produjeron las actuaciones musicales para amenizar la espera del cortejo nupcial, según informa Europa Press. Otros 2.400 kilos de residuos fueron recogidos de los cubos ubicados cerca de los controles policiales.

Tras asistir al enlace de Felipe y Letizia y al posterior banquete, la mayoría de los miembros de las casas reales que han viajado hasta Madrid abandonaron ayer la capital. Así lo hicieron, a primera hora, los príncipes herederos de Noruega, Haakon y Mette- Marit, y su hija. Poco antes de las 12.00 horas, también abandonaron España los reyes Miguel y Ana de Rumanía, así como los reyes Constantino y Ana María de Grecia, acompañados de los príncipes herederos, Pablo y Marie-Chantal, y los príncipes Nicolás y Teodora.

Homenaje en Atocha

Antes de emprender su marcha, el presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, y el de Colombia, Alvaro Uribe, acudieron a la estación de Atocha para rendir un homenaje a las víctimas de los atentados de marzo. De los 192 fallecidos, seis eran ecuatorianos y tres colombianos. El expresidente surafricano Nelson Mandela y su mujer, Gracia Machel, también se dieron cita en la terminal madrileña --donde todavía permanecen decenas de velas y cientos de mensajes pacifistas-- para depositar un ramo de flores en recuerdo de las víctimas.

En Atocha, Gutiérrez depositó un ramo de rosas blancas, la flor más bonita de Ecuador, en un emotivo acto, al que asistieron varias decenas de compatriotas. Uribe, mientras, dijo que estaba "conmovido" por la tragedia.