Los cultivadores de maíz y de girasol están de enhorabuena en la región. Los dividendos que cada año según argumentan, les merma el campo, se los pueden dar los vehículos. Y es que, aunque con parsimonia, poco a poco este tipo de material se dispensa en forma de combustible en las gasolineras extremeñas. En la actualidad, al menos una decena de estaciones de servicio ya dispensan biocarburante, que resulta más ecológico para el medio ambiente, aunque todavía algo caro, ya que, como el resto de carburantes, el litro supera el euro.

Valverde de Mérida, Guareña y Alange --localidades separadas apenas por 30 kilómetros-- ya cuentan con estaciones de servicio que ofrecen biodiésel, además de otros municipios como Torremejía, Fuentes de León y otro establecimiento ubicado en la carretera EX-100 Cáceres-Badajoz, estos tres últimos recogidos en la web energias-renovables.com.

Este mapa verde de hidrocarburos aún tiene poco recorrido en Extremadura a diferencia de lo que ocurre en regiones más desarrolladas, porque "el problema es que todavía hay poca producción", explica Casto Bravo, presidente de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Extremadura. Sin embargo, puede ser "una solución para el sector de los carburantes y para el agricultor", comenta.

Dos plantas

De hecho, hace varios años que algunos empresarios empezaron a mostrar interés por este tipo de energías renovables y proyectaron plantas de fabricación en la región. Tal es así que Extremadura tendrá el próximo año dos plantas de producción de biodiésel, también llamado gasóleo verde, ubicadas en las localidades pacenses de Valdetorres y Los Santos de Maimona, y al menos hay otra más en proyecto. La producción conjunta rondará las 300.000 toneladas al año, más de lo que la región puede absorber.

Esas plantas se encargarán de producir el biocarburante a partir de aceites de girasol, soja y colza, aunque no se sustituirá por completo el petróleo ya que el biocarburante se vende mezclado en un 20% con un 80% de gasóleo convencional.

Se trata de utilizar la materia prima que se produce en Extremadura, y comprar la producción de estos materiales a los agricultores de la región, aunque si esa producción es escasa al inicio de su actividad cubrirán sus necesidades con semillas llegadas desde otras partes de España.

Este tipo de productos obtenidos a partir de aceites de origen vegetal es una de las opciones estratégicas de la Unión Europea para el desarrollo de fuentes alternativas de energía que dañen menos al medio ambiente, y pretende que los biocarburante alcancen en el año 2010 una cuota de mercado cercana al 6% del total de los combustibles.