Lo dice todo el mundo, lo reconocen hasta sus adversarios, lo juzgan los grandes gurús de la F-1, lo afirman las estadísticas: Fernando Alonso, asturiano, 29 años, es el mejor piloto de la parrilla.

"Solo puedo decir", acaba de reconocer su enemigo de la última década, el británico Lewis Hamilton, campeón del 2008, "que si Fernando (Alonso) se lleva este año el título pasará a formar parte de los pilotos más grandes de la historia de la F-1. Yo creo que será muy difícil, mucho, que en los próximos años aparezca algún piloto que le iguale en talento".

Alonso, que tras pelear horrores en equipo menores, como Renault y conquistar sus dos títulos ayudado por Flavio Briatore, ha conseguido, en su primer año en Ferrari, el sueño de cualquier profesional, no solo ganar el GP de su debut con la Scuderia , sino llegar a la última carrera líder y con posibilidades de proclamarse campeón con un coche inferior a los Red Bull. El asturiano, ganador en Bahrain, Alemania, Italia, Singapur y Corea, hizo que Ferrari no lanzase la toalla y que siguiese trabajando sabedor de que, si conseguía dos victorias y cuatro podios, al final sería campeón. Y en ello está. Gracias a sus prodigiosas manos. "Los grandes pilotos siempre acaban pilotando para Ferrari", reconoce Luca di Montezemolo, presidente del equipo de Maranello.

Grandes premios: 157. ´Poles´: 20. Victorias: 26. Podios: 63. Títulos mundiales: 2 (Renault, 2005 y 2006).