Cuando se facilitan las cifras de la exportación extremeña el dato suele elevarse en torno a 240 millones de euros sobre la realidad, y se alude a que superan los mil millones.

Esta diferencia entre lo que de verdad venden las empresas extremeñas al exterior y lo que figura en algunas estadísticas es consecuencia de un registro que no tiene en cuenta las exportaciones de firmas con sede fiscal en la región, sino todo aquello que sale por las aduanas.

De este modo, una de las principales partidas que figuran en ese dato no real es la venta de gas natural a Portugal por importe, en el 2004, de 241 millones de euros, cuando Extremadura no cuenta con tal producto.

Esto se deriva de que el gas sale de España al país vecino por el gasoducto de Badajoz, y se contabiliza en la aduana pacense, aunque provenga de Puertollano.

Así, la cifra de exportación al vecino luso suma 533 millones, cuando la realidad es que no llega a los 280.

El efecto en la balanza comercial es palpable. Si se coge el dato de exportación real, Extremadura vende a Portugal por 279 millones, y compra por 234 millones, con lo que el saldo es de 44 millones en favor de la región. Si se incluye el gas, el balance favorable rondaría los 300 millones.

Las exportaciones extremeñas a todo el mundo venían creciendo desde 1999. Así, se partía de 518 millones, que pasaron a 607 en el 2000 (un 17% más), 658 en el 2001 (incremento del 8%), 704 en el 2002 (subida del 7%), y 764 en el 2003 (crecimiento del 8,5%).

Italia es el país con el que Extremadura presenta la peor balanza. Vende por 55 millones y compra por 105, es decir, 50 millones de saldo negativo.