El miedo a estar sola. Esta es parte de la respuesta a una pregunta habitual cuando se aborda la violencia de género: ¿Por qué aguantan? El temor a la soledad es una parte de lo que se esconde detrás de muchos casos de maltrato machista, pero hay mucho más. "Es un fenómeno complejo, pero lo más difícil de vencer para es la dependencia afectiva del agresor", explica María Esther González.

Ella es la puerta de acceso --entre otras funciones-- para las mujeres maltratadas que llegan buscando ayuda a la Casa de la Mujer de Cáceres, donde ejerce como trabajadora social y coordina los servicios (jurídicos, psicológicos...) para las víctimas. Aunque cree la atención general es completa, González recuerda que aún hay que avanzar en la concienciación de todos.