Las fuerzas estadounidenses cruzaron ayer el río Eufrates y atravesaron la ciudad de Nasiriya, en medio de fuertes combates que dejaron decenas de muertos.

Al norte, en ruta hacia Bagdad, las columnas de blindados y soldados apenas pudieron avanzar debido a las tormentas de arena y a la feroz resistencia que presentó la división Medina de la Guardia Republicana, uno de los cuerpos de élite del régimen iraquí. La vanguardia de las tropas, la Tercera Brigada del Séptimo de Caballería, todavía seguía ayer en los alrededores de Kerbala, al norte de Najaf, a unos 100 kilómetros al sur de Bagdad.

El grueso de las tropas sigue mucho más atrasado y ante la imposibilidad de avanzar, Bagdad volvió a ser objeto de violentos bombardeos aéreos, sobre todo en su periferia. La tormenta de arena, que se prevé que dure hoy todavía, interrumpió también las operaciones aéreas de la 101 División Aerotransportada.

En Nasiriya, con una visibilidad de apenas cinco metros, una columna de 4.000 marines logró cruzar el río Eufrates. Los soldados toparon con una encarnizada resistencia en su progresión del sur al norte de la ciudad.

A una quincena de kilómetros al norte, decenas de cadáveres yacían en la carretera, según pudo constatar un periodista de la agencia France Presse que acompaña a los soldados de EEUU. Un oficial cifró los muertos iraquís "en más de un centenar". El mando central americano en Qatar reconoció bajas entre los marines pero no dio cifras porque, dijo, "se están haciendo las notificaciones correspondientes". Las fuerzas de la coalición lograron ayer el "control total" de Um Qasar, ciudad portuaria del sur.