Los marines estadounidenses que dispararon a una furgoneta en la que viajaba una familia iraquí que causó 10 muertos, cinco niños menores de cinco años y cinco adultos, no avisaron a tiempo al conductor para que parara, según informa hoy el diario The Washington Post.La versión del periodista del Post William Branigin, que acompaña a la Tercera División de Infantería de EEUU causante de la masacre, difiere absolutamente de la oficial. Primero en el número de muertos, pues los militares de EEUU dijeron que sólo fueron siete los muertos y en segunda lugar, en el motivo del ataque, ya que los militares dijeron que los marines dispararon porque el conductor no había atendido a los disparos de advertencia.DevastaciónBranigin afirma que en la furgoneta iban 13 civiles iraquís que huían de la devastación de la guerra, de los que diez murieron, cinco de ellos niños menores de cinco años."¡Acabáis de matar a una familia por no haber disparado tiros de aviso a tiempo!" dice Branigin que gritó el capitán Ronny Johnson al pelotón que efectuó los disparos contra el vehículo en un control de carreteras cerca de la sureña ciudad de Najaf.Poco antes, Johnson había avisado por radio al pelotón de la aproximación de la furgoneta y había ordenado primero que se efectuaran disparos de advertencia y luego que se disparara al radiador del vehículo, dice The Washington Post.Al ver la tardanza en cumplirse sus órdenes, el capitán instó al pelotón a detener la furgoneta, que fue alcanzado por media docena de tiros.El incidente ocurrió después de que aumentaran las precauciones de las fuerzas de EEUU a raíz del atentado suicida perpetrado el pasado sábado en esa misma zona, en la que fallecieron cuatro soldados estadounidenses.