Una vez más, España estuvo a la cabeza de las movilizaciones contra la guerra en todo el mundo. Algo más de medio millón de personas --el doble, según los organizadores; y 120.000, según la Delegación del Gobierno-- se manifestaron ayer en Madrid contra la guerra en Irak. En la anterior convocatoria, celebrada hace justo un mes, salieron a la calle un millón de personas. En Barcelona, la cadena humana entre el consulado norteamericano y la sede del PP se transformó en una enorme manifestación bajo la lluvia de cientos de miles de pacifistas (entre 300.000 y 500.000).

El acto de Madrid acabó con la lectura de un manifiesto escrito por el premio Nobel de Literatura José Saramago. El escritor portugués dijo que "la opinión pública mundial contra la guerra se ha convertido en una potencia con la cual el poder tiene que contar". La marcha comenzó a las seis de la tarde en la plaza de Neptuno. Tres pancartas con los lemas No a la intervención de España, No a la guerra y Paremos la guerra contra Irak abrieron la marcha. Actores de la Plataforma de Cultura contra la Guerra y representantes del Foro Social Madrid portaron las dos primeras. Varios políticos, entre ellos el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y el alcalde de Bilbao, llevaron la tercera.

AMBIENTE FESTIVO

La manifestación discurrió sin incidentes y en un ambiente festivo. Los gritos más coreados fueron "no a la guerra" y "Gobierno, dimisión". La lectura del manifiesto comenzó al filo de las ocho de la tarde, después de que el equipo de seguridad lograra que los artistas que encabezaban la manifestación llegaran hasta la Puerta del Sol. Sujetaban la pancarta, entre otros, Javier Bardem, Ana Belén, Víctor Manuel, Juan José Millas y Javier Gurruchaga. La cabecera de los políticos no pudo acceder a la plaza.

El manifiesto fue leído por Saramago y la escritora Dulce Chacón. En la plataforma les acompañaban unos brigadistas que acababan de llegar de Irak. El premio Nobel de Literatura comenzó su manifiesto con una advertencia a los políticos. "Ellos creían que nos habíamos cansado de protestas y que les habíamos dejado libres para seguir en su alucinada carrera hacia la guerra". Y es que, para el escritor portugués, los manifestantes son "la mosca cojonera del poder". También criticó a los "señores y señoras del poder" por decir que estos actos son para "salvar la vida y el régimen de Sadam Husein".

Las manifestaciones en contra de la guerra proliferaron ayer por las principales ciudades de España. Oviedo, Santander, Bilbao, León, Palencia, Cuenca, Guadalajara, Huelva, Almería, Cádiz, Alicante, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Ceuta y municipios como Aranjuez (Madrid) celebraron movilizaciones pacifistas.

A diferencia de otras capitales, Sevilla centró los actos en torno a la base militar de Morón de la Frontera. Más de 10.000 personas tomaron parte en la marcha. El actor sevillano Juan Diego fue el encargado de entregar al capitán de servicio de la base aérea un manifiesto de protesta.

En Bilbao, varios miles de personas corearon lemas como "no más sangre por petróleo". En la marcha participaron, entre otros, la vicelendakari Idoia Zenarruzabeitia y Gaspar Llamazares.