Más de 9.000 alumnos extremeños de educación infantil, primaria y secundaria comen cada día en los 184 comedores escolares de la región. Así se recoge en el Libro Blanco de la Alimentación Escolar , elaborado por expertos de la Asociación Española de Pediatría y la Sociedad Española de Dietética en Ciencias de la Alimentación y presentado recientemente en Madrid. Aparte de recopilar estos datos (que corresponden al curso 2005-2006), los responsables de esta obra también han analizado los menús que se sirven en los centros educativos, con algunas conclusiones alarmantes, según sus responsables. La principal: sobran grasas y faltan frutas, verduras y pescados.

Hace ya tiempo que los responsables sanitarios vienen advirtiendo del incremento de casos de obesidad infantil --en Extremadura, se estima que afecta a más de la cuarta parte de los menores de 16 años, es decir, unos 46.000 niños--. Igualmente, son habituales los avisos sobre los riesgos que implica para su salud en el futuro (predisposición a sufrir patologías crónicas como las cardiovasculares o la diabetes).

A ellos se unen ahora las críticas a los menús escolares que, según el estudio impulsado por las asociaciones de pediatras y dietistas, presentan un exceso de grasas y proteínas frente a un déficit de carbohidratos. Este análisis resulta especialmente preocupante si se tiene en cuenta que estas comidas suponen más de un tercio de las calorías y nutrientes que los estudiantes ingieren en todo el día.

Además, la demanda de los comedores en las guarderías, colegios e institutos es cada vez mayor. De hecho, este curso más de un centenar (110) de centros educativos públicos ofrecen este servicio en la comunidad. De ellos, 61 se encuentran en Cáceres y 49 están en Badajoz y, entre ambas provincias, un total de 5.515 alumnos disfrutan de esta prestación de forma gratuita. Además, ya hay seis centros que también sirven desayunos; una opción que, según solicitó la Federación Extremeña de Padres y Madres de Alumnos (Freapa) a principios de curso, debería generalizarse.

Para gestionar estos comedores, la Consejería de Educación contempla cuatro modalidades: directa por el propio centro, concesión a una empresa del sector (este año las adjudicatarias son Eurest Colectividades y Serunion S.A.), concertación con el ayuntamiento y asignación a una entidad local, asociación de madres y padres o institución sin ánimo de lucro. Son los responsables del consejo escolar quienes eligen el método, si bien el más habitual es la contratación de las firmas especializadas.

En cuanto a la supervisión nutricional de los menús, en Extremadura no hay especialistas que se dediquen de forma específica a esta tarea, si bien Educación distribuye la Guía de alimentación para centros escolares , editada por la Consejería de Sanidad y que incluye 15 menús tipos con indicación de los nutrientes y las raciones adecuadas para cada edad. No obstante, en la mayoría de los casos los centros delegan esta función en las empresas contratadas para prestar el servicio que, en general, aseguran contar con expertos en nutrición para diseñar las dietas.