Los beneficiaros del plan deben llevar al menos un año en el paro y estar inscritos en el Sexpe como demandantes de empleo.

Cumplido este requisito, el orden de prioridad en la contratación será: no cobrar prestación o subsidio, adecuación al puesto, tener más cargas familiares o ser mujer o discapacitado.

Una vez que los ayuntamientos decidan qué puestos van a cubrir, el Sexpe enviará los datos de los desempleados de la zona que se ajusten al perfil, y el ayuntamiento seleccionará a los que cubran los empleos según las prioridades marcadas.

Los contratos pueden ser a tiempo parcial o jornada completa, y el 90% de ellos tendrán que tener más de seis meses de duración. Este punto fue contestado por el PP, desde donde se demandaba una mayor flexibilidad en la duración de los contratos. En ningún caso los contratos pueden durar más de un año.

Los contratados deben cobrar según el convenio del puesto que ocupen, y si no lo hubiera el salario mínimo interprofesional.

Según se indicó desde la consejería, se estima que se crearán entre 7.500 y 10.000 empleos, aunque los sindicatos rebajan la cifra a unos 4.000. En todo caso, el número de contrataciones dependerá de la duración de los contratos que se realicen en cada población.