Casi 35 millones de españoles estaban llamados a votar ayer, pero ni la mitad de ellos se acercaron a un colegio electoral. Desde la reinstauración de la democracia nunca se había producido una abstención tan elevada, si bien es cierto que en otros países europeos la afluencia a las urnas aún fue menor. Estos comicios son los terceros que se celebran solos, sin ir con municipales o autonómicos, lo que sólo ocurrió en 1989 y 1994.