El informe encargado por el Instituto de la Mujer revela, entre otras cosas, que se prevé que más de 40.000 mujeres se verán obligadas a cambiar de trabajo próximamente en España debido al acoso sexual que sufren en su actual empleo. Evidentemente, las mujeres que llegan a esta situación han sufrido los tipos de acoso más graves.

Como cualquier tipo de acoso, el sexual comporta importantes repercusiones tanto físicas como psicológicas. En concreto, una cuarta parte de las mujeres que han sufrido acoso sexual reconocen que han padecido secuelas por esta causa. Las más habituales son las arritmias, sufrir apatía o desgana o la baja autoestima.

Entre las que han sufrido estas dolencias, el 24,2% afirma que tuvo que acudir incluso a un centro médico, mientras que un 5,8% necesitó ayuda psicológica.

La inmensa mayoría de las mujeres (el 92,4%) tienen claro que el acoso sexual es una forma de violencia, y otro 50,3% comparte que se trata de una forma de discriminación sexual. En la parte contraria, un 25,1% de las trabajadoras dicen que hay mujeres que lo usan en su provecho.