La pobreza avanza a pasos agigantados en Extremadura, más que en ninguna otra comunidad autónoma. El 41,5% de los extremeños, esto es más de 453.000 personas, están en situación o riesgo de pobreza y exclusión social. La crisis económica está afectando profundamente a la sociedad en su conjunto, pero se está cebando en Extremadura, que casi dobla el índice nacional del 25%, o lo que es lo mismo, 11,6 millones de españoles.

Las conclusiones de un informe del 2010 elaborado por la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EANP), que utiliza un indicador europeo, encienden todas las alarmas. En solo doce meses, de 2009 a 2010, 40.000 extremeños más se encuentran en situación o riesgo de pobreza y exclusión y casi otros 40.000 se han incorporado a la lista de personas con escasas o nulas posibilidades de consumo --lo que el informe define como Privación Material Severa--. Ya son más de 50.000 los extremeños cuyos recursos no le permiten pagar el alquiler o una letra, afrontar gastos imprevistos, comer carnes o pescados al menos tres veces por semana, tener un televisor o un teléfono,...

Los pobres cada vez son más pobres. "Y todavía la situación será peor a lo largo de este año", advierte el presidente de la Red contra la Pobreza y la Exclusión Social en Extremadura, José Manuel López. El también director de Cáritas en la diócesis de Coria-Cáceres asegura que la crisis está haciendo una gran mella en Extremadura, donde el PIB es inferior al resto de regiones, los salarios más precarios y donde ya se contabilizan más de 141.000 parados --53.000 desde hace más de un año--.

A estos desempleados se suman familiares y personas de su entorno, la precariedad laboral, los mayores con pensiones más bajas, personas desahuciadas, menores acogidos bajo tutela pública, personas con discapacidad, conductas adictivas o problemas de salud crónica, ... nuevo perfiles que elevan los niveles de pobreza y exclusión a números más que "preocupantes".

El informe recuerda que la mayor parte de las políticas sociales están transferida a las comunidades autónomas y cada una tiene resultados dispares. Antes que Extremadura, que registra la peor tasa del país y la segunda mayor subida en un año, se encuentra Canarias, con un índice seis puntos inferior al extremeño, del 35,3%. En el lado opuesto a la región está Navarra y País Vasco, con solo un 9,7% y un 12,6% de sus ciudadanos al borde de la pobreza y la exclusión, cuatro veces menos que Extremadura. En comparación con el 2009, la proporción de pobreza o exclusión social sobre el total de población sólo baja en Galicia, Asturias, La Rioja, Ceuta y Melilla. En el conjunto nacional el incremento es de más de un millón de nuevos pobres .

INDICADORES ¿Cómo se mide este drama? La calificación de pobreza como posición económica relativa con respecto a la media de ingresos del país y el tamaño de la unidad familiar se aplica en España, a hogares con ingresos inferiores a 7.980 euros al año, incluidas las transferencias sociales (datos de 2009).

El indicador europeo utilizado en este informe además de la renta, agrupa otros dos factores para determinar la tasa de pobreza: las posibilidades de consumo (Privación Material Severa) y la intensidad de trabajo por hogar, esto es la relación entre el número de personas que trabajan en una casa y el de las que están en edad de trabajar. En Extremadura, según los datos del 2010, hay 114.000 personas con muy baja o nula intensidad de empleo, esto es, con un solo trabajador en casa con pocas horas de retribución o con ningún miembro empleado. En el 2009 eran poco más de 75.000.

Por el nivel de renta se especifican dos tipos de pobreza, la moderada o relativa (un 60% de la media de ingresos del país) y la severa (un 40%), que ha crecido casi un 4% de 2009 a 2010. La prueba está en que a los comedores sociales acude gente que no había ido nunca, como señala sor Ana Teresa Franco, la supervisora de las Hijas de Caridad de Cáceres, que disponen del único comedor social de la ciudad. "Ahora viene gente de clase media que nunca te podías pensar que necesitara ayuda para comer", apunta.

A este centro acuden cada día medio centenar de personas, "antes venían menos, pero la crisis ha sido crucial". Es la causa fundamental que arguye también el presidente de EAPN Extremadura, compuesta por 14 organizaciones de ámbito regional, entre las que se encuentran Cáritas, Cruz Roja, FEAPS o Secretariado Gitano, entre otras. "Como dice la teoría economía, para crecer hay que hacerse antes pequeño, y eso nos va a costar muy caro a los extremeños", señala López. El impacto de la crisis también se ha hecho evidente en las organizaciones sociales que atienden a la pobreza y es previsible que se siga agravando cuando más personas lo necesitan.

La organización, sin ánimo de lucro, segura que es necesario acometer "una profunda transformación de las políticas sociales" para combatir los efectos más negativos de la situación económica, así como poner en marcha una estrategia "que aborde las desigualdades existentes entre las distintas comunidades". Solo desde el cambio se podrá llegar a cumplir el objetivo comprometido por las autoridades españolas: sacar de la lista de la pobreza y exclusión social a 1,5 millones de personas en un decenio. Un objetivo que lejos de hacer camino hacia la meta, está tomando la dirección contraria.