El programa electoral del PSOE con el que Guillermo Fernández Vara ganó las elecciones del 2007 recogía el compromiso de suprimir el impuesto de Donaciones y Sucesiones en los supuestos de donación por parte de los progenitores de inmuebles destinados a vivienda habitual del adquiriente o de cantidades en metálico para la compra de la vivienda habitual; para empresas familiares y para explotaciones agrarias.

A principios del 2008 el Gobierno regional aprobó la rebaja de estos dos tributos, así como modificaciones en el impuesto de solares y las tasas que gravan el sacrificio de ganado. Esta revisión fiscal, enmarcada dentro de la Ley de Reforma Tributaria de la Junta, debía entrar en vigor en enero de este año, sin embargo, en octubre Angel Franco, consejero de Hacienda, anunció que la promesa de la supresión quedaba sin efecto y que solo se aplicaría una rebaja que apenas supondrá un ahorro fiscal de 1,1 millones.

Desde organizaciones como la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar se ha pedido al presidente de la Junta en las últimas semanas la supresión total del impuesto de Donaciones y Sucesiones.

Tras la aprobación de la propuesta para fijar un nuevo modelo de financiación autonómica, la semana pasada en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, Angel Franco se mostró partidario de fijar penalizaciones a las comunidades autónomas que bajen impuestos sobre los fondos que reciben del conjunto del Estado.