En Extremadura se ha producido un notable incremento en los efectivos de prevención y lucha contra los incendios forestales en los últimos años, con un crecimiento del 180%. Actualmente, más de 2.000 personas tienen encomendada esta labor, de las que el 40% está en prevención (limpieza de montes, construcción de cortafuegos, etcétera) y el 60% en labores propias de extinción. Así lo destaca un informe elaborado por CCOO sobre inversión y recursos humanos para combatir el fuego.

El estudio indica, en todo caso, que el incremento de personal en Extremadura es aún insuficiente en función de la superficie forestal. La Comunidad Extremeña tiene casi tres millones de hectáreas con esta calificación, lo que significa que cada miembro del operativo contra los incendios tendría a su cargo más de 1.300 hectáreas, el segundo nivel más alto de España, sólo por detrás de Aragón.

Esta ratio duplica la media española, donde cada miembro del operativo tendría a su cargo algo más de 600 hectáreas.

Otro punto donde se avanza aunque con lentitud es en el de fondos que se destinan de media por hectárea forestal en todos los conceptos relacionados con la prevención y extinción. Según CCOO para Extremadura serían (contando inversiones públicas de todas las administraciones y las privadas) alrededor de 20 euros por hectárea y año, la mitad que la media española.

Finalmente, el estudio del sindicato pone el dedo en la llaga de un problema que estaría relacionado con la escasa determinación de las motivaciones de los incendios. El informe explica que es necesario que las administraciones reconozcan el carácter de policía judicial de los agentes forestales. Sin embargo, denuncia que en Extremadura (y otras regiones) se camina en sentido contrario. Así, el reglamento de funcionamiento de los agentes forestales extremeños les impide investigar de oficio, y sólo pueden actuar colaborando con el Seprona a petición de este cuerpo.