El gusto por lo ecológico ha llenado el mercado de productos con numerosas denominaciones: bio, eco, natural, alternativo, orgánico... Muchos términos para definir que han sido producidos sin elementos nocivos para la salud del consumidor y para el medio ambiente, aunque no todos son exactos.

Hace unos días la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, anunciaba que el Gobierno va a modificar la normativa española para adaptar los términos bio y orgánico a la legislación europea, ya que en la actualidad, la normativa española sobre producción ecológica limita la protección de las menciones eco y ecológico a estos productos y permite el libre uso de otras menciones, tales como el término bio. Todo ello para poder regular un mercado que no para de crecer.

Lo natural vende cada vez más y las grandes cadenas de supermercados han visto en estos productos una atractiva forma de ingresos económicos, algo que debería incidir especialmente en la agricultura ecológica. Pero, de momento, existe un porcentaje de consumidores con reparos para lanzarse al mundo bio , y es que hay un problema: el precio de los productos. El consumidor tiene que pagar el mayor grado de trabajo y el menor volumen relativo de cosecha, factores que impiden que los precios sean más bajos.

Un mayor consumo

Los principales mercados para alimentos de agricultura ecológica se encuentran actualmente en Estados Unidos y Canadá, en donde el volumen anual ronda los 13.000 millones de euros. Detrás se sitúan Europa, con 11.000 millones, y Japón, con 350 millones. Sólo en España la comercialización de lo que ofreció la agricultura ecológica durante el 2004 ascendió a 250 millones de euros, lo que supuso un aumento del 6% respecto al año anterior.

Este boom ha hecho que los sociólogos acuñen un término nuevo: loha . Se trata de una persona para la cual la salud, el desarrollo sostenible y la ecología son los criterios de consumo. Pero, ¿tiene España suficientes lohas como para consumir de forma ecológica?

El Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación ha realizado un estudio sobre conocimientos, hábitos de compra y consumo en España de los productos provenientes de la agricultura ecológica, en el que se ponen de manifiesto los frenos que dificultan el consumo y que, para los no consumidores de productos ecológicos se reflejan en que son difíciles de encontrar, que no los conocen lo suficiente y que son caros, entre otros.

Los datos de la encuesta indican que sólo el 59,8% de los españoles conocen realmente qué son los productos de la agricultura o la ganadería ecológica. No todo el mundo los consume, pero el 83,7% afirman que tienen la intención de consumirlos en el futuro.

En cuanto al concepto que tienen de los productos ecológicos, el 90,2% de los encuestados aseguran que son alimentos producidos sin tratamientos químicos, el 89% señalan que son naturales, un 84,5% entienden que no perjudican el medio ambiente, el 79,5% suponen que son productos del campo y el 70% consideran que tienen una calidad certificada.

Sobre la base de la población que los consume, un 46,7% del total, se deduce que los productos ecológicos más demandados son las hortalizas frescas (83,6%), frutas frescas (74,8%), patatas (69%), huevos (68,4%), legumbres secas (65,1%), aceites (61,5%), carnes frescas (57,8%) y quesos y lácteos (47,3%). Entre los menos consumidos se encuentran cafés e infusiones, azúcar, galletas, bollería y pastelería que son consumidos por un 30%.

¿Y qué es lo que se produce en España? Entre los distintos tipos de cultivos ecológicos que se realizan los más frecuentes, exceptuando los pastos, praderas y forrajes que se destinan al desarrollo de la ganadería ecológica, son los cereales y leguminosas y el olivar (ambos suponen un 28% del total), seguidos de los frutos secos (12%).

En las cifras referidas a explotaciones ganaderas se aprecia una gran diversidad, que va desde el vacuno, con el 43%, a la apicultura, un 5%, pasando por el ovino, 27%, caprino, 8%, avicultura, 7%, y porcino, 6%.

En cuanto a los datos estadísticos relativos al número de cabezas de ganado, tanto de carne como de leche, destaca el ovino de carne con 141.211 cabezas, seguido del vacuno de carne con 51.017.