"Estaba en casa limpiando el agua y llamaron al portero diciéndonos que saliéramos porque los coches estaban destrozados. El mío se lo ha llevado la grúa porque está siniestro, el agua lo ha empotrado dentro de la cochera. Cuando bajé a la calle la imagen era dantesca. Los vehículos flotaban por la vía", contó Cristina Castro.