La crisis económica ha disparado en los últimos meses la actividad del único juzgado encargado de tramitar los asuntos mercantiles en la provincia de Badajoz. Miguel Angel Navarro es su titular.

--¿Se está notando mucho la crisis en el aumento de los asuntos que se tramitan en su juzgado?

--Sí, se está notando en el incremento de los concursos, de las ejecuciones hipotecarias, de las reclamaciones de cantidad.... En todo el año pasado se ingresaron unos 1.500 asuntos, entre civiles y mercantiles, y solo en el primer trimestre de este año van ya más de seiscientos. Los juicios cambiarios, por ejemplo, se han disparado. Además, si antes en los descuentos que hacían los bancos había un cierto periodo de espera para ver si se cobraba, ahora si el pagaré vence el día 1, y no se ha cobrado, el 2 o el 3 ya están aquí. Prevén que no van a ingresar el dinero y se presentan inmeditamente. Luego, el tema de concursos se ha desbocado. En el primer trimestre se han declarado 21, más otros dos que tengo encima de la mesa. El año pasado casi no se veían tantos en todo el año.

--¿Cómo se llega al procedimiento concursal?

--Cuando el empresario tiene una pluralidad de deudas y no está pagándolas o prevé que no las va a pagar, queda abocado a la sede concursal. Pero esto no es necesariamente un cementerio de elefantes . En algunos casos se pretenden que sigan con su actividad, se aplazan pagos y se ve con los acreedores y los trabajadores cómo la empresa puede seguir adelante.

--¿Y se salvan muchas?

--Ahora mismo un 60% está saliendo adelante, que no está mal.

--¿Qué ventajas ofrece frente a cerrar la empresa sin más?

--En el momento en el que te metes en el concurso se para todo, comienza un compás de espera que sirve para orientar las posibilidades de prosecución que tenga la empresa. Se ve lo que hay y lo que se debe. Es la fase común, donde el trabajo lo hace el órgano de administración concursal. Se trata de hacer un inventario que plasme el activo y el pasivo de la empresa. Con esa foto inicial de cómo está la situación de la empresa se pasa a la siguiente fase, que es la de convenio o la de liquidación. Si la empresa está funcionando lo normal es que se pase a convenio para que se pongan todos de acuerdo en una proposición de pago con quita y/o aplazamiento de la deuda de hasta cinco años, aunque lo más normal es hasta tres. Si no se consigue nada en esta fase, se pasa inmediatamente a la liquidación. Y aquí es donde yo veo más problemas, porque si la empresa no va a seguir adelante, lo que valía cinco la gente no lo quiere ni por tres ni por dos. Cuando hay que liquidar la maquinaria o incluso los terrenos no los quiere nadie, saben que los pueden conseguir más baratos y tratan de estirar la situación para ver si a última hora lo pueden conseguir a saldo.

--¿Hasta qué punto la falta de financiación por parte de los bancos está causando esta situación?

--El corte de las líneas de crédito está haciendo mina en muchas empresas. Algunas están funcionando, están vendiendo, pero se encuentran con que la confianza de los bancos se ha agotado y se han acabado las líneas de descuento. Y eso les está abocando a los concursos.

--¿Esperan demasiado las empresas para presentar los concursos?

--Depende de la agilidad que tengan. Las que son mejores, vienen antes. Y el tema de la rapidez no es solo ya para salvar la empresa, sino también para evitar la responsabilidad de los administradores, que es algo importante.

--¿Por qué?

--Si la empresa está en situación de insolvencia y se demora más de dos meses legalmente desde que se sabe que está así, puede entrar en juego la responsabilidad personal de los administradores. Algunas incluso se precipitan en presentar los concursos, pero no es lo normal. Lo habitual es que vengan más tarde que pronto. Y las que vienen muy tarde, esas van a liquidación.

--Entonces, no cree que se esté abusando de este procedimiento...

--Hombre, siempre se puede pensar que hay algo de picaresca y que, aprovechando la coyuntura, alguien trate de hacer un ajuste de plantilla, pero yo creo que no es lo habitual. A lo mejor en otro sitios, donde el volumen de concursos es mucho mayor, si se están profesionalizando .