Las copas de Desigual e Iris tuvieron ayer un sabor diferente. Mejor. Estos dos bares de Aranda de Duero repartieron ayer más de la mitad de todo el dinero que recayó en la localidad burgalesa: 169 millones de euros (más de 28.000 millones de pesetas). La clientela, agradecida, acudió en masa a los pubs. A mediodía, ya era difícil encontrar a alguien completamente sereno. Se brindó por todo: un coche nuevo, una empresa, una buena cena con juerga incluida y un empujón a la hipoteca.

Casi 2.000 décimos agraciados con el número del segundo premio (que también arañaron Bilbao, Valencia y Madrid) se vendieron en la administración número 2 de Aranda de Duero (35.000 habitantes). Pero no se quedaron ahí. Viajaron a San Juan del Monte (Burgos), Ayllón y Cerezo de Arriba (Segovia). Mayte Serrano, titular del establecimiento, no sabía como disimular las lágrimas. "Ha venido a verme mucha gente y me he contenido toda la mañana. Pero cuando una niña, hija de inmigrantes, me ha dicho que este año los Reyes Magos iban a venir cargaditos de chucherías me he puesto a llorar", afirmó emocionada.

No es la primera vez que Mayte reparte suerte. El año pasado, su establecimiento distribuyó 24,5 millones de euros (unos 4.000 millones de pesetas) en el sorteo del Niño.

Tras acercarse a la administración y besar a su dueña, miles de agraciados asaltaron las calles y celebraron su buena estrella en la barra de los dos bares donde la mayoría compró sus décimos: Desigual --que se encuentra ubicado en un polígono residencial de un barrio que nació en los años 70 para albergar a todos los trabajadores de Michelín-- e Iris --situado en el centro de la localidad y frecuentado, sobre todo, por un público madurito.

El propietario de Desigual, Aníbal Aparicio, se puso de rodillas y simuló una oración a su bar. No es para menos. Poseedor de 22 décimos agraciados, su caja registradora tiene ahora unos dos millones de euros.